AMLO y el pacto con el narco para la “pacificación” del país

Cada vez son más las denuncias públicas que reclaman al presidente por su relación con el narco. Con los delincuentes cobijados por su política de “abrazos, no balazos”, se le acusa de mantener un pacto con el narco para lograr la “pacificación” del país a la vieja usanza del PRI: buscando la paz mafiosa.

Las “nuevas reglas” de la 4T

En la 4T, los delincuentes parecen estar protegidos por la política del presidente Andrés Manuel López Obrador de “abrazos, no balazos”, cuyo trasfondo ha sido denunciado por políticos, periodistas, ciudadanos y organizaciones civiles como un “pacto con el narco” a través del cual el mandatario nacional pretende consolidar una estrategia de “pacificación” que regresa a México a los tiempos del viejo PRI, cuando existía una “paz mafiosa”.

“Este plan consistiría en negociar  ‘nuevas reglas’, según le llaman internamente, con los distintos carteles de la droga que operan en los estados ganados. El objetivo principal es que disminuyan los homicidios dolosos y algunos tipos de criminalidad a cambio de que el gobierno local y federal se hagan de la vista gorda del negocio de producción y tráfico de estupefacientes como en realidad sucede ya desde ahora”, así lo denunció el 23 de junio de 2021 la periodista Anabel Hernández en su columna “AMLO y las negociaciones con el narco“.

Tal vez por eso los militares huían de los sicarios en Michoacán hace unas semanas y no al revés. Tal vez por eso el presidente insiste tanto en los abrazos y en “acusar” con sus mamás a quienes infrinjan la ley, mientras deja en manos de los delincuentes la reducción de los crímenes para poder “presumir” en las mañaneras una leve tendencia a la baja en los homicidios.

Elecciones: momentos clave

Los reclamos al mandatario denuncian la existencia de un trato (cada vez más evidente) entre Morena, el nuevo partido hegemónico del país, y el crimen organizado para reducir los homicidios dolosos y las masacres, a cambio de dejarlos operar sin intervención del Estado ni de los gobiernos locales encabezados por morenistas.

Esto hace de las elecciones del año pasado y las de este 2022 momentos clave que dan muestra de la posible relación entre el Ejecutivo y el crimen organizado, como revelan los viajes del presidente a Sinaloa a escasos días de las elecciones o el agradecimiento público del presidente por el buen comportamiento de los delincuentes en la jornada electoral del año pasado, mismo que contrasta con los hechos denunciados en Sinaloa, donde “comandos vinculados al crimen organizado arrancaron una operación de secuestro temporal a decenas de operadores priistas, desde representantes de casilla hasta coordinadores territoriales, desde burócratas con mando hasta funcionarios electos”, como denuncia Carlos Loret de Mola en su columna de este viernes: “El miedo al domingo de narcos“.

“En pocas palabras se trataría de una versión Cuarta Transformación (4T) de la pax mafiosa que operaba el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI),  cuando era el partido hegemónico, como lo es ahora Morena. Una negociación Estado-mafia, Estado-carteles de la droga,  cuyas guerras  y las redes de corrupción creadas en distintos niveles de gobierno han causado masacres infames”, escribe Anabel Hernández.

Porfirio Muñoz Ledo denuncia contubernio de AMLO con el crimen organizado

En este contexto, la senadora Lilly Téllez hizo un llamado a la población a no votar por Morena el próximo 5 de junio, ya que es el “brazo político” del crimen organizado y Porfirio Muñoz Ledo, el experimentado político que formó parte de la 4T y quiso dirigir Morena, denunció abiertamente la relación del mandatario con el crimen organizado. Durante su participación en la XL Reunión Plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL), Muñoz Ledo señaló que existe un contubernio de AMLO con el narco que le da poder, que se suma a su autoridad como presidente y todos los recursos del gobierno federal, lo que convierte a su gobierno en un Maximato.

“Es realmente muy corriente, muy vulgar todo esto, lo lamento porque el licenciado Muñoz Ledo me conoce muy bien y se atreve a sostener que el gobierno tiene vínculos con el narco, es un juicio sin fundamento, temerario”, respondió el mandatario en la mañanera de este viernes ante los señalamientos de Muñoz Ledo. También se defendía de las acusaciones de Francisco Labastida, quien aseguró que el gobierno de AMLO favorece al Cártel de Sinaloa y cuestionó sus constantes visitas al Triángulo Dorado. Además, el priista señaló que el mandatario no podría visitar tantas veces Badiraguato sin la anuencia de los grupos criminales.

“Lo que antes hacía el Estado Mayor Presidencial hoy lo hace el cártel de Sinaloa. Es el sello del sexenio de López Obrador: los mejores operadores políticos de Morena son los narcos”, denuncia en su columna Loret de Mola. Mientras tanto, la estrategia de seguridad del mandatario está muy lejos de conseguir cualquier tipo de paz. La violencia crece, tal como las sospechas y las denuncias del pacto entre el presidente y el narco.