Desde que llegó María Elena-Álvarez-Buylla a la dirección del Conacyt se han acumulado 685 demandas de amparo de trabajadores, investigadores y miembros de la comunidad científica.
Turbulenta administración de Álvarez-Buylla
Según los registros de la Subdirección de Procesos Judiciales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), desde el 3 de diciembre de 2018 hasta el 11 de noviembre de 2022, la administración de María Elena Álvarez-Buylla acumuló 685 juicios de amparo. De estos juicios, 386 juicios están en Tribunales Colegiados, 288 se encuentran en trámite, en siete casos se interpuso el recurso de inconformidad y únicamente cuatro tienen sentencia ejecutoria.
De acuerdo con un reporte de El Universal, diario que obtuvo la información mediante una solicitud a la Plataforma Nacional de Transparencia que atendió la Unidad de Asuntos Jurídicos del Conacyt, las demandas de amparo se han presentado en 17 entidades: 275 en Ciudad de México, 229 en Puebla, 94 en Jalisco, 20 en Baja California, 16 en Yucatán, 14 en Nuevo León, siete en Guanajuato, cuatro en Sinaloa, además de tres casos (c/u) en Aguascalientes, Chihuahua, Sonora y Chiapas.
¿Por qué demandan al Conacyt?
En su mayoría, las demandas de amparo contra el Conacyt son por causas administrativas relacionadas con los cambios hechos al Reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), entre las que destacan los adeudos del Consejo al pago de becas de posgrado, la cancelación de renovaciones de convenios en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y con investigadores de universidades privadas, la reducción de sueldos, la anulación de servicios médicos, la falta de pago de prestaciones y una destitución por acusaciones de plagio y autoplagio.
La administración de Álvarez-Buylla ha sido criticada por sus recortes y la falta de apoyo a la investigación, además de la imposición de funcionarios en centros de investigación como el CIDE. Al grito de “¡Álvarez-Buylla. La ciencia no es tuya!”, la comunidad científica ha cuestionado a la directora por basar sus decisiones en la visión política de la 4T que en el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Con información de El Universal
