Escuelas en el centro-sur de México contribuyen a la obesidad infantil y enfermedades prematuras

La mayoría ofrece una amplia gama de productos ultraprocesados, mientras que menos del 10% de éstas proporcionan acceso a agua potable

En la semana en que se conmemora el Día Mundial de la Alimentación 2023, la situación alimentaria de niñas y niños del centro-sur de México brinda un sombrío recordatorio de los desafíos que enfrenta México en términos de salud infantil, con organizaciones civiles haciendo sonar la alarma sobre la inacción gubernamental en la creación de escuelas saludables.

A medida que México se enfrenta a una epidemia de obesidad infantil y enfermedades relacionadas con la mala alimentación, un llamado se dirige al Senado para que apruebe una reforma a la Ley de Educación que prohíba la venta de alimentos y bebidas no saludables en las escuelas. Las estadísticas actuales revelan que México ocupa uno de los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial, y se proyecta que esta tendencia disminuirá la esperanza de vida de las generaciones futuras.

De acuerdo con un reciente informe de El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de laInfancia en México (REDIM), México enfrenta una crisis de salud pública con altos índices de obesidad, particularmente entre la población infantil. La obesidad infantil es un grave problema de salud que amenaza la calidad de vida y el bienestar de los niños y adolescentes mexicanos. Además de afectar su salud física y mental, la obesidad infantil tiene un impacto económico significativo en el país, con costos de atención médica que superan los 650 mil millones de pesos anuales, equivalentes al 3% del Producto Interno Bruto (PIB). México se encuentra entre los cinco países con las tasas más altas de obesidad en el mundo, y se espera que, para el 2030, aproximadamente el 43% de la población de 5 a 19 años viva con esta condición, lo que se traduce en alrededor de 7 millones de niños y adolescentes obesos.

Uno de los principales factores que contribuyen a esta epidemia es la mala alimentación, que disminuye la esperanza de vida de las generaciones más jóvenes en cuatro años. La presencia de alimentos no saludables en los entornos escolares es un factor crucial que contribuye a esta tendencia preocupante. La mayoría de las escuelas en el centro-sur de México ofrecen diariamente una amplia gama de productos ultraprocesados, golosinas y bebidas azucaradas, mientras que menos del 10% de estas instituciones proporcionan acceso a agua potable.

Inquietante realidad

A nivel regional, las escuelas presentan características alarmantes que agravan aún más la situación:

  • Sureste (Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán): En esta región, no existe acceso a agua potable ni a alimentos saludables como frutas, verduras, semillas y cereales integrales. La oferta de alimentos no saludables domina el panorama.
  • Suroeste (Guerrero, Oaxaca y Chiapas): Ocho de cada diez escuelas venden refrescos, pero solo una de cada diez tiene acceso a agua potable. Los alimentos y bebidas no saludables son predominantes.
  • Este (Puebla, Veracruz, Tlaxcala e Hidalgo): Menos del 20% de las escuelas ofrece acceso a agua potable y alimentos saludables, mientras que los alimentos y bebidas no saludables prevalecen.
  • Centrosur (Morelos, Estado de México y Ciudad de México): En esta región, el 97% de las escuelas vende frituras, dulces y golosinas, y ocho de cada diez instituciones ofrecen productos ultraprocesados.

Escuelas saludables

Los entornos alimentarios poco saludables en las escuelas no solo afectan la salud de los niños, sino que también tienen un impacto negativo en el bienestar social y económico del país. A pesar de las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las organizaciones de las Naciones Unidas para mejorar y hacer cumplir las regulaciones sobre los entornos alimentarios escolares, los intereses privados siguen obstaculizando la transición hacia escuelas saludables.

Las escuelas son fundamentales para la promoción de una alimentación saludable y la preservación de la cultura gastronómica local. Sin embargo, en lugar de fomentar la tradición culinaria y promover alimentos naturales, las escuelas están contribuyendo al desplazamiento del consumo de alimentos naturales por productos ultraprocesados. La creación de escuelas saludables es esencial para proteger el derecho de los niños a una alimentación saludable y de calidad.

Llamado a legisladores

Organizaciones de la sociedad civil como El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de laInfancia en México (REDIM) han instado al Poder Legislativo a tomar medidas concretas para garantizar el bienestar de los niños y niñas en el país:

  • El Poder Legislativo Federal debe priorizar un dictamen favorable en el Pleno del Senado para reformar la Ley General de Educación y promover entornos escolares saludables.
  • El Poder Legislativo Estatal en la región centro-sur debe crear y fortalecer regulaciones integrales para asegurar la disponibilidad de alimentos naturales, brindar educación nutricional con enfoque en la recuperación culinaria tradicional y garantizar escuelas libres de venta de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas.

Ante el inminente cambio de administración, se requiere una acción urgente para proteger el interés superior de la niñez y garantizar un futuro más saludable para las generaciones venideras. La reforma de la Ley de Educación es un paso crucial en esta dirección, y es responsabilidad de los legisladores actuar en beneficio de la salud y el bienestar de los niños mexicanos.

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