Este 15 de mayo, en conmemoración del Día del Maestro, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) iniciará un paro indefinido de labores. La medida surge como respuesta a la falta de cumplimiento de las demandas planteadas al gobierno federal, por lo que las clases se verán afectadas. Según los líderes de la CNTE, las negociaciones sostenidas con el gobierno la semana pasada no lograron resolver las diferencias, por lo que la suspensión de actividades sigue en pie. “Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden. El paro será hasta lograr nuestras exigencias”.
Movilización Nacional y clases suspendidas
Los docentes demandan un incremento salarial urgente, denunciando que el decreto presidencial que garantizaba un salario mínimo de 16 mil pesos mensuales no se ha implementado adecuadamente. Además, exigen la abrogación completa de la Reforma Educativa promulgada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Los maestros también reclaman la estabilidad laboral y la reinstalación de aquellos cesados por participar en protestas previas.
El paro, que inicia con la conmemoración del Día del Maestro, contempla no solo la suspensión de clases, sino también marchas y plantones. El núcleo de estas actividades será un plantón en Palacio Nacional, donde la CNTE buscará presionar al gobierno para que atienda su pliego petitorio. La cancelación de clases afectará a miles de estudiantes de nivel básico en todo el país.
Detalles de la Movilización y la Ruta de la Marcha
El llamado a la marcha del 15 de mayo se realizó desde el 1 de mayo, durante las movilizaciones del Día del Trabajo. Los maestros de la CNTE se unirán en el Metro San Cosme a las 9:00 horas, avanzando por Avenida México-Tenochtitlán y cruzando Paseo de la Reforma hacia Avenida Hidalgo. La ruta continúa por el Eje Central Lázaro Cárdenas y culmina en 5 de Mayo, hasta llegar a la Plaza de la Constitución.
Esta convocatoria ha sido ampliamente difundida en redes sociales y se espera una participación masiva de docentes de diversas entidades como Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Oaxaca y Michoacán. La movilización no solo busca visibilizar las demandas salariales y laborales, sino también exigir la reinstalación de las mesas de diálogo por los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y el esclarecimiento del asesinato del estudiante Yanqui Kothan Gómez.
Pedro Hernández Morales, secretario general de la Sección 9 Democrática de la CNTE, afirmó que la marcha y el plantón son una respuesta a las promesas incumplidas del gobierno. “No más dilaciones, no más promesas incumplidas”, declaró, invitando a todos los trabajadores de la educación a unirse a la manifestación.
Principales Exigencias del Magisterio
Entre las demandas del magisterio disidente destacan varias cuestiones críticas que afectan directamente a los docentes y al sistema educativo en general. Los maestros exigen la abrogación de la Ley del ISSSTE y la eliminación de las Afores y UMAs, argumentando que estas medidas han perjudicado gravemente sus condiciones laborales. Además, insisten en la basificación de los maestros interinos a los seis meses y un día de servicio, para garantizar estabilidad laboral.
Otro punto crucial es la federalización de la nómina de los maestros, con el objetivo de asegurar pagos puntuales y adecuados. También piden la dotación de uniformes, calzado, útiles escolares, desayunadores y becas para todos los alumnos de educación básica, integrando estos apoyos en la ley para evitar discrecionalidades en su distribución.
La CNTE ha expresado su decepción por la falta de avances en materia salarial, destacando que en los últimos cinco años los incrementos han sido inferiores al 16%, lo cual consideran insuficiente. Asimismo, señalan que mientras otros sectores han recibido aumentos significativos, como el salario mínimo, los trabajadores de la educación no han visto mejoras comparables.
Los docentes aseguran que su lucha es por derechos laborales y mejoras en el sistema educativo, y que continuarán con las movilizaciones hasta obtener respuestas satisfactorias. La situación actual refleja una profunda insatisfacción con las políticas gubernamentales y una demanda clara de justicia y equidad para todos los trabajadores de la educación en México.
