Educación en Duda: Los Desaciertos en Historia, Ciencias y Matemáticas en los Libros de Texto de la SEP
Los libros de texto gratuitos que la Secretaría de Educación Pública pretende utilizar el próximo ciclo escolar no sólo violan la Ley General de Educación al ser elaborados y distribuidos sin la publicación de sus respectivos planes de estudio y sin haber realizado un amplio proceso de deliberación social en el que debieron participar pedagogos, académicos, maestros, expertos y padres de familia, sino que contienen una fuerte carga ideológica a favor de las “lucha y los ideales” que persigue la Cuarta Transformación, y principalmente carecen de un estricto rigor científico e histórico y tienen errores ortográficos y de sintaxis que prácticamente cualquier niño de secundaria, educado con los anteriores materiales educativos, detectaría de inmediato.
Pese a la existencia de amparos que deberían impedir la distribución de los nuevos materiales, la Secretaría de Educación Pública (SEP) aseguró que los nuevos libros de texto gratuitos se repartirán en tiempo y forma antes de empezar el ciclo escolar 2023-2024, pese a que aún no se han publicado los programas de estudio definitivos que en teoría sirvieron de base para la elaboración de estos nuevos materiales para alumnos de primaria y secundaria.
Así, la SEP informó que pese a todo terminó la entrega de más de 230 millones de libros de texto que utilizarán los alumnos de educación básica durante el ciclo escolar que está por iniciar.
Errores ortográficos y carga ideológica
En Ciudadanos en Red tuvimos acceso a las versiones de los Libros de Texto que forman parte de lo que la administración de la llamada Cuarta Transformación ha denominado como “La Nueva Escuela Mexicana” y a partir de su revisión, estos son los principales hemos encontrado, hasta hora.
Una de las principales características es que incluyen nada más y nada menos que, al menos, 117 errores de ortografía! Y mientras la Academia Mexicana de la Lengua anunció que revisaría el contenido de cada libro, pero por lo pronto los niños recibirán los libros tal y como están.
En los nuevos libros de texto, la SEP redujo la cantidad de páginas dedicadas a las matemáticas, al pasar de más de 200 en las ediciones anteriores, a poco menos de 20 en este nuevo material. El gobierno no quiere enseñar más matemáticas, pero si les explica en los nuevos materiales educativos que a López Obrador le hicieron “fraude” en las elecciones presidenciales del 2006. Les dicen cómo una hacer asamblea y cómo organizar protestas contra las autoridades.
Además, en el contenido de los nuevos libros, la SEP recomienda que para combatir el COVID 19 se tome alguna infusión caliente, como un té. Lo cual contraviene todas las recomendaciones médicas.
Uno de los nuevos libros de texto gratuitos para nivel secundaria menciona el desplome del Colegio Enrique Rébsamen ocurrido durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, hecho que describe como “producto de la negligencia y la corrupción de particulares y autoridades que hoy enfrentan a la justicia”, y presume que Claudia Sheinbaum, entonces jefa delegacional en Tlalpan, exjefa de gobierno y aspirante presidencial, se disculpó públicamente con los padres de los niños fallecidos.
Los “horrores de los libros de texto.
Además de los ‘horrores’ ortográficos, los materiales contienen imprecisiones, información que no ha sido actualizada y todo tipo de fallas.
En el libro Nuestros Saberes de tercer grado de primaria se observa en la página 18 una cronología sobre la vida de Benito Juárez, expresidente de México. Ahí se publica una “línea del tiempo” sobre el Benemérito de las Américas (uno de los próceres favoritos de la actual administración), con la que se explica cómo funcionan los textos en orden cronológico, pero se asegura que Juárez García nació el 18 de marzo de 1806, siendo que este nació el 21 de marzo.
Error en infografía del sistema solar
Por otro lado, en la página 38 del libro Nuestros Saberes de quinto grado de primaria se encontró una polémica imagen del Sistema Solar, misma que, entre otras cosas, tiene errores de ortografía al decir “planera” en vez de planeta. Por si fuera poco se les dice a los niños que la Tierra se encuentra en la misma órbita que Saturno y Urano, y también aparece más alejada del Sol que Júpiter. Además se da una información imprecisa sobre la composición química del universo.
La imagen fue sumamente criticada porque supuestamente fue descargada de internet, específicamente de la plataforma Freepik, un portal dedicado a la venta de imágenes en línea, lo cual no sería tan malo si, uno, la SEP le hubiera dado crédito y pagado los derechos y dos, que se trata de una concepción errónea de nuestro sistema solar. Además, tiene un par de gráficas con porcentajes que no explica de qué se tratan.
Fracciones desproporcionadas
En la página 82 del libro Nuestros Saberes para tercer grado de primaria, en el apartado de matemáticas, se muestra una línea recta en la que se muestra un conteo de fracciones y puntos decimales para medir la distancia entre el 0 y el 1. La inconsistencia en esta recta es que se marca que tres cuartos son menores que cinco octavos.
¿Guanajuato es Querétaro y Querétaro es Guanajuato?
La “nueva geografía nacional” consignada en los libros de texto gratuitos de la SEP, ha desencadenado toda una serie de reacciones y comentarios en las redes sociales, pues se evidenció un error en un mapa del territorio nacional, en el que se confunden los nombres de algunos estados. En este aparece el estado de Querétaro nombrado en un sitio incorrecto, confundiéndolo con Guanajuato su estado colindante que se ubica más hacia el occidente.
Deficiencias lingüísticas
En las redes sociales han proliferado fotografías de parte de esos libros, en donde se lee el aviso de “material en proceso de edición”, que en lugar de mostrar que ciertas formas verbales son incorrectas — como la “s” en “dijistes” o “hicistes”— explica su uso.
“Añadir una ‘s’ en verbos que indiquen acciones pasadas: en ocasiones, al hablar, se pronuncia una ‘s’ al final de los verbos”, dice una viñeta con los ejemplos de “Tu dijistes eso” o “¿Ya hicistes la tarea”?”.
El presidente defiende la propuesta que, a su juicio, “incorpora el habla de los pueblos”. Y hay quien dice que solo explican usos lingüísticos sin decir si están bien o mal.
Por si fuera poco, “En el libro de Primero de Primaria hay expresiones redundantes como: “Sal para afuera” o “Voy a subir arriba”.
Además de los ‘horrores’ ortográficos, los materiales contienen imprecisiones, información que no ha sido actualizada y todo tipo de fallas:
Uso inadecuado de mayúsculas y minúsculas. ¿Alguna diferencia entre “China” y “china”? Este es sólo uno de los nombres propios que aparecen en minúsculas; hay, en cambio, palabras que deberían ir escritas con minúscula, como “Sistema Planetario” o “Naturaleza”.
Al parecer los autores pretendieron ser exageradamente específicos cuando se refirieron a una “parvada de aves”. Este es un ejemplo de los pleonasmos que los niños y los maestros tendrán que enfrentar.
Otros ejemplos de errores ortográficos son cuando escriben “ocaciona” y “desiciones”. Al parecer, los autores no se “desidían” por usar correctamente la “c” o la “s”. Aún peor resulta la palabra “sovrevivieron”, en un libro de Historia.
Pero los horrores no terminan ahí. En otro libro de la misma materia, pero diferente grado, también confundieron letras: ¿habrá algún parecido entre el significado de “arroyo” y el de “arrollo”?
Es más que evidente que las reglas ortográficas básicas no se les dan a quienes hayan redactado los libros, pues los errores de acentuación como “físicomotrices” aparecen por doquier. Los acentos diacríticos los que distinguen a una palabra de otra tampoco están bien empleados.
Seguramente para hacer frente a la austeridad republicana proclamada por el presidente López Obrador, los editores de los libros decidieron ahorrar tinta y se comieron una que otra letra por aquí y por allá. Una más que padeció el recorte fue “contrarestan”.
Un libro de matemáticas contiene indicaciones confusas, como en el caso de una fracción impresa de color verde, pero que el libro menciona como “azul”.
Sin que hayan llamado a una “consulta popular”, de esas que tanto le gustan a la administración federal actual, los autores de los libros de texto decidieron reubicar la zona arqueológica de Tulum al estado de Yucatán. Curiosamente es un libro de geografía el que menciona en un pie de foto que la antigua ciudad maya ya no está en Quintana Roo.
Hablando de geografía, resulta que un libro más contiene nombres de países incorrectos. Ruanda aparece en otro idioma (“Rwanda”), mientras que el nombre que se inventaron para Kazajistán (“Kasakstán”) no sabemos de dónde salió.
También se hallaron errores en el uso de preposiciones y signos de puntuación. Reflexionemos qué pasaría si en la imagen cambiáramos la palabra “de” por “en”. Los autores de un libro de segundo grado usaron ambas preposiciones juntas.
Otro detalle que generó controversia en los nuevos libros de texto fue la incorporación de lenguaje inclusivo con palabras como “todes”, además de la utilización de imágenes que hacen referencia a la población LGBT+ que en un sector de la población generó polémica mientras que otro aplaudió la decisión.
Especialistas han recomendado que los libros de texto se rediseñen, se corrijan, que se cumplan los procesos de elaboración estipulados en la Ley General de Educación, pero ante ello, el gobierno de López Obrador sólo ha hecho oídos sordos. No le ha importado, ha seguido adelante con los procesos de impresión y su distribución masiva.
A pesar de que el Poder Judicial ha ordenado se detenga el proceso, la SEP argumento que continúa con la distribución porque “no le notificaron formalmente”.
Lo cierto es que mientras más acceso se tiene al material, lo que permite una revisión más exhaustiva del mismo, cada vez más errores e imprecisiones se van encontrando. Estos son los libros de texto que el Gobierno Federal pretende repartir a más 25 millones de alumnas y alumnas para el próximo ciclo escolar que comienza el 28 de agosto.