Por Sebastián Jaimes Garfias
Twitter: @Sebastian_JG16
La semana pasada fue arrestado en Los Ángeles, Estados Unidos el ex Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos. Su sorpresiva detención tiene consecuencias e implicaciones en muchos sentidos. A continuación, comento algunos de ellos.
En primer lugar, resulta interesante analizar desde la perspectiva de la relación bilateral México-Estados Unidos este acontecimiento. ¿Qué implicaciones tiene? ¿por qué no se le avisó con tiempo al gobierno mexicano? Sin duda, el hecho de que no se le haya notificado con tiempo a nuestro gobierno, demuestra que Estados Unidos no siempre es transparente con sus operaciones, que no comparte inteligencia y que verdaderamente puede hacer lo que quiera sin mayores consecuencias diplomáticas. De cualquier manera, no parece ser que estos hechos hayan afectado profundamente nuestra relación con nuestros vecinos, simplemente, una vez más, nos damos cuenta de que no contamos con la suficiente solidez para hacerle frente a este tipo de políticas domésticas que nos involucran.
En segundo lugar, está lo que concierne a nuestras fuerzas armadas. En una estructura tan jerárquica y vertical como lo es la de nuestro ejército, que se haya arrestado al otrora mando más alto, habla del posible alcance de la corrupción en una institución considerada blindada contra estos males. Además, debe suponer una baja en la moral de los individuos que componen al ejército, se han de preguntar si sirvieron y acataron las órdenes de un presunto activo involucrado en actividades ilegales.
Hablemos ahora de la detención en sí.
Asimismo, falta conocer el panorama completo de los motivos de la detención, por lo tanto, debemos presumir su inocencia hasta que se demuestre lo contrario. De ser declarado inocente, habrá que esperar disculpas y explicaciones por parte de las instituciones de nuestro vecino. Pero de ser declarado culpable, habría que conocer todos los elementos que respaldan ese veredicto para actuar, aquí en México, en consecuencia, sobre todo en lo que compete a otros mandos del ejército que pudieron estar con él involucrados, para también investigarlos y de ser necesario, removerlos de sus cargos.
Afecta la credibilidad del ejército ante los ojos de los mexicanos, ante los ojos de nuestros vecinos y nos hace cuestionarnos el rol y alcance del ejército en las esferas de nuestra vida cotidiana. Por lo pronto, es importante que sigamos atentos al proceso y su desenlace y sobretodo, sigamos debatiendo el rol que el ejército ha jugado en nuestra sociedad durante los últimos años.