#CartasDeUnCiudadano: Política exterior mexicana; entre brechas y dependencias

Por Sebastián Jaimes Garfias

Un elemento importante de la agenda de la administración pública debe ser
siempre mantener relaciones internacionales sanas, en constante crecimiento y en constante fortalecimiento.

A lo largo de su campaña y durante su gestión, el presidente ha reiterado que su política exterior se basa en fundamentos constitucionales, en los principios que establece el Artículo 89 de la nuestra Carta Magna. Desde que inició el sexenio, han acontecido diversos sucesos de índole internacional, bilateral y multilateral en los que México ha asumido diversos papeles importantes.

A continuación, recuerdo algunos de ellos. En noviembre de 2019 ocurrió en Bolivia un golpe de estado. El entonces presidente Evo Morales, tuvo que salir del país exiliado. El gobierno de México ofreció asilo y traslado al exmandatario en primera instancia. Se trató de una decisión muy cuestionada, sobre todo por los costos que implicaron la realización
de dichas maniobras y porque se dio en un contexto grave de violencia que azotaba al norte del país.

Por su parte, la relación bilateral México-Estados Unidos es un pilar que sostiene, de manera directa e indirecta, gran parte de nuestra economía y de nuestra política. A lo largo de estos dos años, esta relación ha fluctuado de manera interesante. En primer lugar, está el tema migratorio.

En pocas palabras, podríamos decir que el presidente Trump, mediante amenazas arancelarias, logró construir su muro en su frontera sur y en la nuestra utilizando a nuestra guardia nacional.

Se trató de una de las muchas ocasiones en las que la dependencia y la soberanía reales de nuestro país quedaron al desnudo ante la hegemonía que ejerce el país vecino.

El siguiente punto de esta asimétrica relación gira en torno al Tratado México-Estados Unidos-Canadá que recientemente entró en vigor.

De momento, las negociaciones culminaron de manera exitosa, habrá que esperar algún tiempo para decir lo mismo del tratado y sus efectos prácticos. Por último, recordemos que, hace unas semanas, el licenciado López realizó una visita de Estado oficial a Washington.

Grosso modo, fue considerada por analistas de ambas partes como una visita exitosa; sin embargo, me atrevo a ir más allá para decir que se trató de una puesta en escena propagandística para inflar a ambos personajes con propósitos electorales.

Otros acontecimientos internacionales recientes destacables fueron la elección de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y las negociaciones de recortes a la producción de petróleo en la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).

En el contexto de la pandemia, México ha expresado su intención de promover la producción y distribución de una vacuna universal, así como su apertura a colaborar, en este mismo sentido, con países como Reino Unido y Rusia. Además, gestionó importantes acuerdos con China para abastecernos de equipo e insumos médicos.

En general y a grandes rasgos, se han mantenido relaciones bilaterales y multilaterales sanas. Sobre todo, con nuestro vecino del norte.

Ya en lo particular, se deben criticar acciones específicas de manera más anatómica, como en el caso de la OPEP, por ejemplo.

De cualquier manera, debemos de buscar y pensar en estrategias que reduzcan nuestra dependencia económica a otros países, especialmente Estados Unidos, debemos de reducir esta brecha asimétrica que por mucho tiempo ha existido.

Es importante también, seguir fortaleciendo nuestra presencia y nuestra marca en el espectro internacional; debemos de sostener esta política exterior que, por muchos años, ha demostrado ser exitosa.