Sembrando ¿vida?, un escándalo

Sembrando Vida

Verónica Malo

15 mil millones de pesos en el 2019 más 28 mil millones para el 2020, el dinero ¿invertido? en el programa Sembrando Vida. Como es ya tradición en la 4T, sin un padrón completo de beneficiarios o la ubicación exacta y correcta de las hectáreas donde se desplegaría; ya no se diga de la supuesta reforestación alcanzada. Ese sí un crimen de Estado y cómplices todos los que den vuelta a la cara para no verlo.

El objetivo es sembrar 575 millones de árboles frutales maderables, pero a 16 meses de puesto en marcha solo se sembraron 80 millones (14%). De estos solo sobrevivieron la mitad, esto es, cerca del 7% de la meta establecida con un 100% del financiamiento devengado (todo de acuerdo a datos dados a conocer por las propias autoridades).

Eso sí, aun cuando contamos con una Secretaría del Medio Ambiente y la Comisión Nacional Forestal (dependencias que siguen sosteniendo nuestros impuestos), el programa se maneja desde la Secretaría del Bienestar y los encargados de otorgar esta ayuda a los campesinos son los Siervos de la Nación (un ejército políticoclientelar creado por Morena).

La falta de conocimiento por parte de dicha secretaría y sus “trabajadores temporales”, cuando hay entidades y personas con la capacidad de realizar el diseñoestrategia funcionamiento de un verdadero programa de asistencia social —porque Sembrando Vida no es otra cosa que eso— hace suponer que solo se repartió el recurso con fines electorales. Imposible que dichos servidores pudieran otorgar el acompañamiento técnico prometido en el programa.

Y una joya más: en el 2019, a los 230 mil campesinos beneficiados, se les descontó mensualmente 500 pesos para invertir en un gran fondo de bienestar. Posteriormente, a partir de la evaluación que año con año realiza el CONEVAL de todos los programas federales, sabemos que los beneficiarios a la fecha no tienen ningún documento legal para comprobar su ahorro o saber dónde está su dinero. 115 millones de pesos ahorrados mensualmente (un total de 1,380 millones ahorrados durante el 2019) que están desaparecidos o, bien, “sembrando” nuevas formas de manejar sin ningún control el dinero público…

Hoy es más evidente que nunca que el presupuesto destinado a este colosal fraude a la nación podría haber sido utilizado para financiar otro tipo de proyectos que sí impactaran de forma positiva a los usuarios. ¿Qué se podría haber hecho con tantísimo dinero? Entre otras cosas financiar la propuesta de un Ingreso Vital urgente y temporal (quienes pierdan su empleo, cuenten con un ingreso de 3,746 pesos por 90 días); proyecto presentado por diferentes asociaciones, académicos, empresarios y hasta partidos políticos, y que en estos momentos de crisis económica sería fundamental. O, bien, tomar en cuenta el costo de la canasta básica determinada para zonas rurales y urbanas (que es de 1,180 y 1,650 pesos, respectivamente) y repartir esa ayuda a la población desempleada. En todo caso, los recursos etiquetados para este año —28 mil millones—podrían ser usados para apoyar a 10 millones de compatriotas durante al menos tres meses.

Obviamente, para poder hacer esto, se requerirían censos adecuados de las personas que más necesitasen este tipo de apoyo temporal. Eso y que el dinero no se evaporara en el camino, como ha estado sucediendo con Sembrado Vida.

El problema es que el gobierno de la 4T dice que no tiene recursos para financiar esta iniciativa u otras alternativas de su tipo y tampoco optará por endeudarse, si bien a la vez otorga presupuestos abísmales a los proyectos del Tren MayaDos Bocas Santa Lucía.

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