Inundaciones en Tula: AMLO acepta responsabilidad pero no culpabilidad

AMLO prometió justicia a las víctimas y se comprometió a que Conagua presente informe; de haber negligencia, se fincarán responsabilidades.

Se dará a conocer el dictamen

Este lunes en rueda de prensa, Andrés Manuel López Obrador prometió que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dará a conocer un informe técnico sobre el desbordamiento del Río Tula, en Hidalgo, el pasado 6 de septiembre, que provocó la muerte de 14 personas.

“Soy responsable, pero no soy culpable, pienso que debería de conocer el dictamen sobre lo que realmente sucedió. […] El informe decía que llovió mucho, no solo en Tula sino en todo el Valle; van a explicarles con datos qué fue lo que sucedió, es un dictamen técnico bastante profesional, no son especulaciones, es una investigación que se hizo.”

Justificó su reacción frente al desastre al recordar que sobrevoló la zona desde donde reconoció las afectaciones a los poblados y el Hospital del IMSS que tuvo que ser evacuado. Aseguró que se tomaron medidas de apoyo desde el principio, así mismo informó que en la reunión de hace 15 días en la zona, se analizaron las causas respecto a las que Conagua desarrolló un dictamen que explica por qué se debió la inundación.

Por último, dijo que habrá justifica para las víctimas y si la autoridad considera que hubieron funcionarios responsables, se castigará “porque ya no es el tiempo de antes”.

No fue una lluvia atípica

De acuerdo a una investigación realizada por Animal Político, la inundación en Tula no fue provocada por las lluvias atípicas como lo reportaron las autoridades. Esta se debió a la decisión de priorizar la seguridad del Valle de México; es decir, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), operadoras del sistema de drenaje en el valle, expulsaron aguas pluviales y negras hacia el río Tula para evitar la inundación de la capital y municipios conurbados.

Acceso al Protocolo de Operación Hidráulica del Valle de México demuestra que, entre las 9:05 de la noche del lunes 6 de septiembre y hasta las 2:00 de la madrugada del martes 7 de septiembre, confirma el bombeo de aguas al río Tula.

Es más, los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) muestran que las lluvias de la primera semana de septiembre no fueron atípicas, sino precipitaciones previstas en el pico de la temporada de ciclones tropicales e inundaciones. Incluso, las presas del Valle de México e Hidalgo no debían estar llenas, según los protocolos que rigen la operación del sistema de desagüe de la CDMX y, concretamente, del Túnel Emisor Oriente.

Infraestructura necesaria no se construyó

Precisamente, el Túnel Emisor Oriente, inaugurado en 2019 por AMLO, se puso en marcha aún cuando la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto “Obras y acciones de protección contra inundaciones sobre el río Tula ante la descarga del Túnel Emisor Oriente”, establecía que, previo a su entrada en operación, se debían revestir de concreto 12 kilómetros del río y rectificar otros 7 kilómetros. 

Para lo cual era necesario el cambio de uso de suelo en 9 hectáreas de vegetación del Bosque de Galería, la Semarnat autorizó la obra en enero de 2017, sin embargo, las obras nunca se llevaron a cabo. Otra de las medidas era reubicar a familias que construyeron irregularmente sus casas en los bordes del río (acto prohibido pero que contó con la complicidad de autoridades municipales).

A pesar de que Germán Martínez, director de Conagua, sostuvo que desde el 5 de septiembre se tenía controlado el volumen de almacenamiento de la Requena, el desfogue no fue suficiente. Según el monitor de presas de la propia Conagua, la Requena no sólo no tenía la reserva de almacenamiento fijada por la Semarnat, sino que, incluso, estaba arriba de su capacidad NAMO (Nivel de Aguas Máximas Ordinarias).

“Parece que Conagua decidió no desfogar la presa Requena a pesar de que no presentaba lluvias en la cuenca del Valle del Mezquital; es decir, hubiera sido buen momento para aprovechar y disminuir los niveles en la presa. (Hubo) una serie de decisiones a lo largo de ocho días antes del desastre de dejar que siguieran subiendo los niveles en las presas en el Valle del Mezquital”.

No hubo alerta para que habitantes tomaran precauciones

La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Laura Velázquez Alzúa, aseguró luego del desastre, que la población había sido alertada del riesgo de inundación y que incluso hubo evacuaciones desde el lunes 6 de septiembre que permitieron reducir el impacto de la tragedia. Sin embargo, los pobladores aseguraron que no se difundieron alertas en radio, televisión o ningún canal oficial de Protección Civil o gobiernos.

“Nos agarró durmiendo a todos, eran como las 10:30 (de la noche) cuando empezó a salir el agua. […] No tardó ni una hora para inundarse, como en unos 30 minutos ya había tapado todo, no dio tiempo ni para sacar documentos, sacar ropa, nada, lo único que me dio tiempo es de sacar a mi hija, a mi hermana, y nos subimos al cuartito de la azotea”.

De acuerdo a oficios de la Coordinación Nacional de Protección Civil, de manera general Enrique Padilla Hernández, titular de la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos de Hidalgo, acusó de recibido los avisos en los que se le alertaba de lluvias fuertes en la entidad y se le recomendó implementar medidas de prevención y avisos a la población. No obstante, la institución a su cargo no hizo nada. 

Las cuentas de redes sociales tanto del funcionario como de la Secretaría de Gobierno de Hidalgo, de la que depende la Unidad de PC, estuvieron inactivas antes y durante el 6 de septiembre y no emitieron alertas a la ciudadanía de Tula.

Con información de El Universal, Animal Político.

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