En mayor o menor grado, ya sea por cuestiones culturales o alimentarias, la humanidad ha impactado en otras especies, llegando a extremos como la crueldad, la explotación, la tortura y el exterminio. ¿Hasta dónde se defienden realmente los derechos de todos los animales?
El doble discurso de algunos políticos
Maltrato es maltrato: llámese Fiesta Brava, granjas, criaderos, el abandono en las calles y el descuido a los animales de compañía. Sin embargo, hay quienes defienden las corridos de toros o ignoran la crueldad de la industria de los alimentos y solo tienen predilección por el cuidado de las mascotas, lo que lleva a la pregunta de si existe realmente conciencia sobre la protección del bienestar de los animales.
La polémica de las corridas de toros en México y la intención de partidos como Morena de prohibirla, ha dejado expuesta la doble moral de algunos políticos que se llaman ecologistas, pero que “tras bambalinas”, disfrutan de la llamada Fiesta Brava, donde se utilizan instrumentos como puyas, banderillas, verduguillos y puntillas para picar a los toros y estoques para darles muerte.
Tal es el caso de Gabriel Quadri, quien se autodenomina como “ecologista liberal”, pero defiende a la tauromaquia por considerarla “una tradición ancestral, y parte invaluable de la enorme diversidad y riqueza cultural de nuestro país”, y asegura que los toros viven en excelentes condiciones antes de las corridas, lo que también ha sido sumamente cuestionado por organizaciones nacionales e internacionales, ya que son expuestos a altos niveles de estrés.
El diputado panista señala a los legisladores de Morena por tratar de imponer su ideología, la que considera autoritaria y un síntoma de ignorancia, fanatismo e intolerancia. Para defender las corridas de toros, Quadri apela a la derrama económica que la Fiesta Brava genera y evidencia otro ámbito lleno de crueldad contra los animales (pero que no necesariamente excusa el maltrato al que son sometidos los toros de lidia): la industria de los alimentos.
“El verdadero sufrimiento y crueldad están en otra parte. Peces, crustáceos y moluscos (pulpos, que no son sólo sintientes, sino inteligentes), sufren indeciblemente al ser enganchados, asfixiados y muertos a palos en la cubierta de las embarcaciones pesqueras. Pero el sufrimiento es mucho más terrible, masivo e implacable, y durante toda su vida, en el caso de millones de animales sintientes sujetos a crianza y explotación industrial (…) Son transportados en camiones, hacinados en cajas espantosas emitiendo gemidos desgarradores de horror por las carreteras de nuestro país, hasta llegar a infames rastros donde sienten, huelen y escuchan la tortura y la muerte. Su vida acaba a golpes salvajes o degollados de manera cobarde y anónima”.
“En Defensa de la Fiesta Brava”, Gabriel Quadri
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El valor de proteger siempre a los animales
Sin ignorar la tortura de animales en la tauromaquia, sí es importante que los gobiernos garanticen el respeto a los derechos de los animales para evitar el horror que viven aquellas especies que se crían para la alimentación humana, y el cual es un problema a nivel internacional. De acuerdo con el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales:
a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles.
b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.
En México existen muchas organizaciones dedicada a la defensa de los derechos de los animales, incluso en la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México se estipulan medidas para evitar el maltrato en los criaderos, aunque esto no ha garantizado el cuidado de las especies y el trato digno para que su calidad de vida sea la más óptima y no sufran de violencia ni tortura.
VII. En caso de violaciones a la presente Ley por actos de maltrato o crueldad animal en los criaderos clandestinos o furtivos, lugares donde se comercie con animales e incluso cuando no teniendo actividad comercial exista la presencia de animales enfermos, lesionados o con grave grado de desnutrición, la Secretaría de Seguridad Publica, auxiliará a la Agencia en el resguardo temporal de los animales que la Agencia determine asegurar.
Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México
Además de la Fiesta Brava, los legisladores tienen la responsabilidad de preservar y cuidar las especies en todos los ámbitos y sin importar los intereses y banderas políticas: tanto el doméstico, como aquellos que se ven afectados directamente en su hábitat, como han denunciado organizaciones ambientalistas en obras como el Tren Maya (lee: El ecocidio del Tren Maya: improvisación, ineptitud y corrupción).
Si es un hecho que todo maltrato animal debería eliminarse, ¿por qué el maltrato a otros animales no se juzga desde todas las perspectivas? ¿Tú qué opinas?
