En Londres, Aimée Lê cayó en una profunda crisis económica y, a pesar de su precaria situación, siguió dando clases mientras vivía en una tienda de campaña, de lo cual nunca se dieron cuenta sus estudiantes.
Doble vida y triple esfuerzo por salir adelante
El caso de una maestra de Inglaterra que tuvo que dormir en una casa de campaña se volvió viral es muchos países, pues es una muestra del gran esfuerzo que realizan los investigadores, académicos y docentes a pesar de las adversidades y la crisis económica. Este caso contribuye a replantear la retribución económica que recibe la mayoría alrededor del mundo.
Aimée Lê era estudiante de doctorado en Royal Holloway, una de las escuelas que conforman la Universidad de Londres, mientras daba clases de inglés que le pagaban por hora. Cuando cursaba el tercer año de su doctorado, la renta del lugar en que vivía incrementó considerablemente, por lo que empezó a llevar una doble vida: se bañaba en las instalaciones y colocó sus libros en la oficina de posgrado, mientras dormía en un campamento de protesta cercano a su campus. Aunque Lê pensó que esta situación sería temporal, vivió dos años en esa condición, algo que no le contó a sus padres, a su universidad ni a sus alumnos para no dañar su reputación como profesora e investigadora.
“Hacía frío. Dormí a temperaturas bajo cero. Era una pequeña tienda de campaña para una sola persona, lo que significaba que después de un rato se hacía más cálida. Pero hubo días en los que recuerdo que me desperté y mi tienda estaba cubierta de nieve. Cuando no estaba haciendo mi doctorado u otro trabajo, estaba aprendiendo a cortar leña o encender un fuego”, relató la maestra al diario británico The Guardian.
¿Cómo está ahora Aimée Lê?
Tras darse a conocer el caso, la universidad Royal Holloway comunicó que una de sus prioridades es el bienestar de todos sus estudiantes era primordial y exhortó a quienes enfrenten alguna dificultad a que se acerquen a pedir apoyo Sin embargo, Lê tenía miedo a que esto afectara sus estudios o trabajo, sobre el cual señaló que “tenía un nivel muy alto y estaba increíblemente concentrada”.
No obstante, casos así revelan la precariedad e informalidad laboral de muchos académicos e investigadores lo cual es indignante, pues son los formadores de las nuevas generaciones. En Londres se han dado a conocer condiciones laborales que no distan mucho de las mexicanas: salarios injustos, cargas de trabajo “insostenibles” y contratos eventuales.
“Creo que los estudiantes tenían todas las expectativas de que yo recibiera un salario por mi trabajo. Creo que eso es lo que asumen los estudiantes de todas partes: que somos profesores con contratos adecuados. Les dije que ese no era el caso, pero pensé que decirles que estaba viviendo así era ir demasiado lejos”, relató a The Guardian Lê, quien actualmente vive con sus padres y se encuentra desempleada, en busca de una nueva oportunidad para aprovechar todos sus conocimientos.
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Con información de The Guardian