Este miércoles, personal de las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Seguridad Pública y Protección Ciudadana se reunieron con funcionarios del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos; asimismo, hoy se realizaron encuentros con representantes de la Administración para el Control de Drogas (DEA), esto con el fin de reforzar acciones bilaterales en seguridad.
Según información oficial de la Cancillería, con el personal del FBI se discutieron las estrategias de reducción de la violencia y la estrategia contra el tráfico ilícito de armas, promovidas por el gobierno de México como una prioridad.
“Los distintos temas de la agenda fueron orientados desde el respeto mutuo, que caracteriza la relación bilateral, así como desde una perspectiva regional y de corresponsabilidad”, aseguró la Secretaría de Relaciones Exteriores en su comunicado.
Asimismo, se informó que tras la reunión, ambos países coincidieron en avanzar en una estrategia que priorice y fortalezca la ampliación de los mecanismos de inteligencia, especialmente la financiera. “El objetivo es fortalecer la cooperación bilateral, pero desde una visión de salud pública e inteligencia financiera, que deje atrás las políticas punitivas características de la Iniciativa Mérida”, aseguraron las autoridades mexicanas.
Por parte del Gobierno de México, destacó la presencia de Roberto Velasco, jefe de Unidad para América del Norte de la SRE; Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública de la SSPC, y Santiago Nieto Castillo, titular de la UIF, entre otros. En cuanto a la delegación estadounidense estuvo conformada por Amanda Liskamm, fiscal general asistente adjunta; Calvin A. Shivers, subdirector del FBI, y John Creamer, encargado de negocios en la Embajada de Estados Unidos.
Encuentro con la DEA
Este primero de julio, en las instalaciones de la Cancillería, también las autoridades mexicanas se encontraron con personal de la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Al respecto, Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública, enfatizó que “las actividades criminales en México y Estados Unidos están profundamente interconectadas, y lo que sucede en un lado de la frontera, afecta de manera directa al otro país”.
Por lo tanto, dijo, “trabajamos de manera coordinada y respetuosa con las autoridades de Estados Unidos para compartir mejores prácticas e inteligencia y, de este modo, disminuir los crímenes violentos que afectan nuestras sociedades”.
