El ataque de Rusia a Ucrania plantea retos en materia de relaciones internacionales, entre ellos la postura de México ante el conflicto. Por ello te explicamos qué es la doctrina Estrada.
Principio de no intervención
El día de ayer en conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se pronunció respecto a la situación hostil que mantiene Rusia contra Ucrania reiterando que México nunca estará a favor de intervenciones ni invasiones en concordancia con la Doctrina Estrada que ha adoptado nuestro país a lo largo de su historia en política exterior.
“Nosotros somos partidarios de la política de no intervención, de la autodeterminación de los pueblos. No queremos invasiones, no aceptamos que un país invada a otro. No hay ninguna razón: es contrario al derecho internacional de las naciones y esa es la política que México ha sostenido”.
Posteriormente, luego del ataque de Rusia a Ucrania, el canciller Marcelo Ebrard reiteró el rechazo del uso de la fuerza y se pronunció a favor de una salida en pro de la paz.
¿Qué establece la doctrina Estrada?
Genaro Estrada fue escritor y diplomático, su legado a la política internacional de México sigue vigente en la doctrina que lleva su nombre, misma que surgió en un contexto de cambios de gobierno ocurridos en diversos países de América del Sur.
La política gira en torno al reconocimiento o no reconocimiento de los gobiernos de facto y dicta lo siguiente:
“México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos [sino que] se limita a mantener o retirar, cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos y a continuar aceptando, cuando también lo considere procedente, a los similares agentes diplomáticos que las naciones respectivas tengan acreditados en México, sin calificar ni precipitadamente, ni a posteriori el derecho que tengan las naciones extranjeras para aceptar, mantener o substituir a sus gobiernos o autoridades”.
De acuerdo con Alonso de Rosenzweig-Díaz lo que niega, en todo caso la Doctrina Estrada, es la validez de la doctrina y práctica del reconocimiento de gobierno de facto. Es decir, la doctrina establece la postura política de la cancillería mexicana en materia de “reconocimiento” de una nación.
“México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que ésta es una práctica denigrante que, sobre herir la soberanía de otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores puedan ser calificados en cualquier sentido por otros gobiernos, quienes, de hecho, asumen una actitud de crítica al decidir, favorable o desfavorablemente, sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros”.
Genaro Estrada Félix, en comunicado publicado el 27 de septiembre de 1930.
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Con información de Revista de la Universidad de México.