El BID asegura que con estas medidas se puede garantizar el regreso de los menores a las aulas.
Por Gabriela Rivera
El regreso a la escuela debe asegurar el distanciamiento social y la limpieza total de los centros escolares, antes de pensar en que todos los niños de América Latina regresen a las aulas.
El estudio Estrategias de Reapertura de Escuelas durante el COVID-19, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señala los gobiernos deben considerar 4 medidas con las que se garantice la seguridad e higiene en las escuelas y, tanto niños como profesores, tengan menos probabilidades de contagiarse de coronavirus.
La principal medida propuesta por el organismo internacional es establecer el distanciamiento social. Para eso, lo primero es evitar que todos los menores regresen al mismo tiempo y pensar en que primero regresen los niños de preescolar y educación básica de los lugares donde hay menos contagios, como las zonas rurales.
Dentro del aula, se tiene que establecer una distancia de 1.5 metros entre cada escritorio y hay que evitar que haya demasiados estudiantes en las áreas comunes, así como en los baños y pasillos.
En la escuela debe haber agua potable disponible para que los menores puedan lavarse las manos. Si bien el BID reconoce que el contar con agua potable de calidad en los centros educativos aún es un reto de los gobiernos, el organismo sugiere establecer otras medidas que proporcionen agua a los niños, como tanques de almacenamiento, pozos de extracción o recolección de agua pluvial.
Además se debe proporcionar jabón y toallas de papel, para que los niños puedan lavarse las manos. Con estas acciones, se pueden acondicionar espacios para la higiene personal, que no sean necesariamente baños con lavabo.
La escuela también debe garantizar la limpieza total de la infraestructura, aunque para ello será necesario contar con personal de limpieza, algo de lo que carecen muchos centros escolares, donde los maestros o los padres de familia se encargan de estas tareas.
Finalmente, las autoridades escolares deben establecer canales de comunicación, a través de los cuales informen a los padres de familia sobre las medidas que están tomando, sobre todo con el personal y los niños enfermos, para reducir los contagios dentro de los planteles.
El BID asegura que con estas medidas se puede garantizar un regreso seguro a las escuelas, y que permita retomar las actividades cotidianas, bajo la nueva normalidad.