El año pasado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) declaró emergencia ambiental en Tula, Hidalgo, debido a que la contaminación del aire y el agua ha convertido a ese lugar en una zona prácticamente inhabitable.
Nada ha cambiado desde entonces.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo reconoció que la termoeléctrica genera el 35 por ciento de la contaminación de la entidad. Pero la planta no afecta solo a esa entidad, otros municipios cercanos en el Estado de México reciben también toneladas de contaminación, al igual que alcaldías de la Ciudad de México.
Después de Mexicali, Baja California, los municipios con peor calidad del aire son Coacalco, Ecatepec, Tlalnepantla y Tepotzotlán, en el Estado de México, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo con Horacio Riojas, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), hay estudios científicos realizados en Estados Unidos, China e Italia que vinculan la presencia del virus y la gravedad de la enfermedad con la generación, sobre todo, de partículas suspendidas.
Estas partículas contienen metales, hidrocarburos aromáticos policíclicos —que son cancerígenos— y azufre, además las emisiones que emite la Termoeléctrica de Tula están tres veces por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 10 microgramos por metro cúbico.
El año pasado, en Ciudad de México se registró una contingencia extraordinaria por estas partículas, las cuales provocaron irritación en los ojos, en la nariz y en la garganta; tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar; función pulmonar reducida; ataques de asma; ataques al corazón y muerte prematura en personas con enfermedades cardíacas y pulmonares.
En ese entonces los municipios y alcaldías más afectadas por la contaminación fueron Nezahualcóyotl en el Estado de México e Iztapalapa en Ciudad de México.
Son justo en estas dos entidades, donde se han reportado más casos de Covid-19, así como un alto número de defunciones. La contaminación y el coronavirus, se volvieron una terrible alianza de muerte.