Según las autoridades, Jaime Tamayo Godínez, amigo que “El Cuauh” designó como apoderado de su marca “Cuauhteminha” recibió en sus cuentas bancarias 558.2 millones de pesos entre 2013 y 2019.
De acuerdo con los informes financieros, desde esa cuenta, Tamayo pagó 5 millones de pesos a Comercializadora Prato, una empresa que la propia UIF ya había catalogado de fachada o fantasma.
En una investigación anterior, la UIF detectó que, entre 2017 y 2018, Prato hizo depósitos de 5 millones de pesos a Jordi Segarra, el consultor político que había trabajado para campañas electorales del PRI.
Otro de los involucrados es Édgar Riou Pérez, primo y secretario particular de Cuauhtémoc Blanco, quien hizo depósitos injustificados a la esposa y al medio hermano del gobernador.
El 12 de febrero de 2019, Riou depositó 200 mil pesos a Natalia Rezende, esposa de Blanco, y el 29 de septiembre de 2016 retiró 160 mil en un cheque a favor de Ulises Bravo Molina.
Por dichos movimientos, la UIF no denunció a la esposa de Blanco, pero sí a Riou y a Bravo.
Funcionarios de Morelos también están involucrados
La Fiscalía también investiga a José Manuel Sanz, Jefe de la Oficina del Gobernador, luego de la compra de un departamento subvaluado y por depósitos a sus cuentas en Estados Unidos superiores a los 25 millones de pesos.
La investigación señala que sin tener registro de ingresos propios, Claudia Mondragón Sánchez, esposa de Sanz, adquirió en 1.4 millones de pesos un departamento del Condominio Forest Hills, en Cuernavaca, cuyo valor comercial era en realidad de 4 millones.
La vendedora era Julieta Valderrama, cuñada de Juan Diego Pons, director del Fideicomiso del Fondo de Competividad y Promoción del Empleo de Morelos.