Durante los primeros meses de la pandemia, el funcionario aseguró que no había evidencia sobre su uso, ahora aparece con una mascarilla y pide que se use en espacios cerrados.
Por Gabriela Rivera
Primero que no, ahora que sí. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell ahora sí recomendó el uso de cubrebocas, sobre todo en espacios cerrados, donde hay mucha gente y no se puede mantener la sana distancia.
“(…) utilizar el cubrebocas como un instrumento auxiliar de la prevención, particularmente en espacios cerrados como un mecanismo para que la persona que tiene los virus no los proyecte. No hay una evidencia clara que de que sirva como barrera de protección propia, hay que estar consciente de ello, pero si se usa masivamente, la probabilidad de que las personas que estén con posibilidades de transmitir van a disminuir esta transmisión”, dijo el funcionario en la conferencia de prensa del sábado pasado.
El funcionario reiteró que quienes deben usarlo son las personas que están enfermas, ya que la mascarilla se vuelve una barrera y se evita la propagación del virus. Sin embargo, datos revelados en semanas anteriores señalan que 50% de la población mexicana podría ser asintomática y no saber que son portadoras del virus.
A pesar de ello, López-Gatell insistió en que no hay evidencia científica de que las personas que no están enfermas y usan las mascarillas puedan reducir un riesgo de contagio con este dispositivo.
“Es mucho más borrosa, confusa, menos sólida la evidencia sobre la potencial utilidad de los cubrebocas como una barrera de protección a la persona que no se quiere infectar”, reiteró el funcionario.
Ya en ocasiones anteriores, el subsecretario se había manifestado a favor y en contra del uso de las mascarillas, con distintos argumentos.
El 2 de marzo, a unos días de que se anunciara el primer caso de coronavirus en México, el funcionario aseguró que los cubrebocas convencionales no disminuyen el riesgo de contraer cualquier enfermedad viral.”Este tipo de cubrebocas actúa como un mecanismo de tranquiliazación, pero no hay evidencia científica de que realmente sirva”, dijo el funcionario aquel día.
A lo largo de abril, el subsecretario repitió una y otra vez que no había evidencia sobre el uso de las mascarillas y aseguró que ésta no puede ser la medida principal para evitar contagios.
En mayo, durante una reunión con funcionarios del IMSS, López-Gatell apareció con una mascarilla y rectificó su postura: “el cubrebocas será una media auxiliar para evitar la propagación de la enfermedad COVID-19”, publicó en su cuenta de Twitter, junto con una fotografía en la que aparecía con el dispositivo.
Dos semanas después de esto, en la conferencia de prensa del 6 de junio, López-Gatell insistió en que hay evidencias científicas del uso generalizado de cubrebocas como una medida para reducir los contagios de coronavirus, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una guía sobre el uso de cubrebocas.
El 15 de junio, el subsecretario habló sobre el estudio hecho por el Premio Nobel Mario Molina, en conjunto con otros científicos, quienes sugieren el uso de cubrebocas para evitar la propagación de micro partículas con el virus.
López-Gatell aseguró que el estudio presenta ideas muy interesantes que deberán ser revisadas y se deberá tener más evidencia de para definir cuáles son los beneficios del uso de la mascarilla. Y añadió que el gran reto es que las personas utilicen correctamente la mascarilla, de lo contrario se provocarán más contagio.
Casi un mes después, el subsecretario volvió a cambiar de opinión y apareció en la conferencia de prensa con un cubrebocas, recomendando a la población el uso de este dispositivo médico, sobre todo en lugares cerrados.