La Estela de Luz es vista por la mayoría de los mexicanos como una obra inútil, cara y que no representa el Bicentenario de la Independencia de México. Esta obra ha sido polémica desde el inicio y casi una década después sigue generando escándalos.
Este miércoles 13 de agosto, la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa determinó que Andrés León Reguera y Juan Alberto Bravo Hernández, deben devolver 216.3 millones y 230.8 millones de pesos, respectivamente, por simular la compra de acero inoxidable a mayor precio durante la construcción de la Estela de Luz.
León Reguera, se desempeñó durante la construcción del memorial como residente de obra, en tanto Bravo Hernández fue asesor técnico administrativo.
Fallo no es definitivo
La denuncia no es nueva, desde el año pasado, la Auditoría Superior de la Federación había estipulado esta sanción en marzo de 2019 y ahora el Tribunal la ratificó.
Sin embargo, este fallo aún puede ser impugnado a través de un amparo directo ante un tribunal colegiado de circuito en materia administrativa, por lo que aún pasará tiempo para saber si ese dinero será regresado a la nación o no.
Monumento a la corrupción
La Estela de Luz buscaba ser la gran obra que celebrara los 200 años de vida independiente en el país y que estuviera al mismo nivel que el Ángel de la Independencia. Debía inaugurarse el 15 de septiembre de 2010 y costaría 398 millones de pesos.
Fallos en la construcción retrasos y varios problemas más, provocaron que el precio de la Estela subiera hasta los mil 585 millones de pesos y se inaugurara el 7 de enero de 2012, casi 16 meses después de lo planeado.
Debido a los sobrecostos, se han levantado diversas denuncias por daño patrimonial, entre ellas contra el expresidente Felipe Calderón.
Hasta la fecha nadie ha sido condenado por el sobrecosto de la Estela de Luz, una obra que pasará a la historia como una construccion opaca y que en lugar de provocar orgullo, provoca vergüenza.