Los estudiantes que no decidan no hacerlo, perderán su beca y tendrían que revisar su situación académica con la escuela y el hospital donde laboran
Por Gabriela Rivera
Estudiantes de medicina que laboran como internos en los centros hospitalarios están siendo presionados para regresar a sus labores a partir del 1 de mayo, en medio de la crisis que vive el sistema de salud público por la epidemia de COVID-19.
En el oficio DGCES-DG-506-2020, emitido por l Dirección General de Calidad y Equidad en la Salud (DGCES), de la Secretaría de Salud, se establece que los estudiantes que no se reincorporen a las unidades perderán la beca económica que reciben y además deberán revisar su situación académica con la institución en la que estudian
El documento, emitido el 28 de abril pasado señala también que todos los médicos internos de pregrado deberán reincorporarse a sus actividades en los hospitales en los que están adscritos antes del 15 de mayo, de lo contrario, su decisión tendrá consecuencias.
Los estudiantes que tengan alguna condición de alto riesgo (embarazo, enfermedades crónicas o inmunosupresión) realizarán actividades, alejados de los hospitales donde pudieran contagiarse. El resto deberá decidir si regresa o no a concluir su servicio social.
“Los servicios estatales de salud y las unidades receptoras de médicos internos deberán remitir a esta dirección a más tardar el 18 de mayo, el formato anexo debidamente requisitado con la información de los médicos a quienes se les suspenderá temporal o definitivamente el pago de la beca”, dice el oficio.
En los distintos oficios que ha emitido esta dirección, que dirige Javier Mancilla Ramírez, se ha expresado la necesidad que tienen los sistemas estatales de que los internos continúen con sus labores en los hospitales y se asegura que se garantizará su seguridad para evitar un contagio.
Hasta este momento, solo algunas universidades han emitido comunicados con la postura oficial sobre la decisión de las autoridades sanitarias.
El desastre de los médicos internos
25 de marzo. La DGCES emite un oficio, en el se anuncia que no se suspenderán las actividades de los médicos internos estarán en las áreas de bajo riesgo y por ningún motivo estarán en áreas de riesgo de contagio de COVID-19.
6 de abril. Las universidades públicas y privadas de todo el país acuerdan retirar a los estudiantes de los hospitales, ya que no contaban con el equipo de protección necesario ni la capacitación para enfrentar la epidemia.
7 de abril. “Es personal de entrenamiento, son estudiantes de las escuelas de Medicina que están en el penúltimo año de su carrera, justo antes del servicio social. Estos colegas jóvenes no son personal de Salud, pero la responsabilidad administrativa de su protección y resguardo está a cargo de las universidades”, dijo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, sobre la decisión.
16 de abril. La misma dirección manda el oficio DGCES-DG- 464 -2020 a Jaime Valls, Esponda, secretario general de la ANUIES, en el que explica que los secretarios de salud estatales piden que estos médicos vuelvan a su servicio porque se afectaría gravemente la prestación de los servicios de salud a la población más vulnerable y simultáneamente a la formación académica de los pasantes.
En ese oficio también se asegura que los hospitales y las instituciones darán a los estudiantes la capacitación adecuada para minimizar los riesgos de contagio.
28 de abril. Se emite el oficio con el que se exhorta a los estudiantes a regresar a los hospitales, apelando a su vocación profesional en beneficio de la población.