La hoy poderosa secretaria de Estado, hace 13 años hizo propuestas de mejora sin que implicara la desaparición de los 109 Fideicomisos
En un texto escrito cuando era académica de la UNAM, la actual secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, realizó un diagnóstico de esta figura de financiamiento e hizo propuestas de mejora sin que implicara la extinción de los 109 Fideicomisos, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador y aprobado hace tres días por la Cámara de Diputados.
En el texto “Rendición de Cuentas y Fideicomisos: El Reto de la Opacidad Financiera”, publicado por la Auditoría Superior de la Federación en 2007 y prologado por el entonces titular de la Auditoría, Arturo González de Aragón, propuso crear una Ley General de Fideicomisos.
La hoy funcionaria tal parece que no tuvo comunicación con el jefe del Ejecutivo y es que en dicho escrito propuso crear una Ley General de Fideicomisos, esta ley buscaba establecer un conjunto de reglas que pusieran un “piso parejo” para que los fideicomisos que operen con dinero del erario rindieran cuentas.
Ahora, es todo lo contrario, el presidente Andrés Manuel López Obrador, a decir de especialistas, no desapareció los fideicomisos, sino “expropió los recursos para operarlos sin restricciones y en opacidad”.
La controvertida secretaria de Estado y la exinvestigadora de tiempo completo del lnstituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, propuso concentrar toda la normatividad relevante relacionada con fideicomisos, una “figura que se ha generalizado a niveles sin precedentes en la gestión de lo público”.
Sostenía que este instrumento legal tendría el objetivo de acabar con la arbitrariedad, discrecionalidad y opacidad imperantes en la gestión de fondos, fideicomisos y contratos análogos.
La también excoordinadora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia de la UNAM señaló hace 13 años que la ley debería especificar las modalidades de creación de los fideicomisos, en las que se señale claramente cuáles eran los casos en los que fuera legalmente válido establecer este tipo de figuras mercantiles.
“Actualmente, este tipo de decisiones son totalmente arbitrarias”, escribió la académica en ese entonces. Además, se deberían especificar las “áreas prohibidas para el establecimiento” de fideicomisos.