Especialistas de la UNAM informaron que el derrame de petróleo en el Golfo de México se ha extendido más de 467 kilómetros.
Podría llegar hasta las costas de Estados Unidos
Desde la primera semana de julio, diversas organizaciones reportaron ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Marina (Semar) la existencia de dos fugas en los campos petroleros de Ek Balam, en el Golfo de México. Estos campos forman parte del Complejo Cantarell, de Petróleos Mexicanos (Pemex), el cual se encuentra 80 kilómetros al noroeste de Ciudad del Carmen, en el estado de Campeche.
De acuerdo con especialistas y académicos del Instituto de Geografía (IGg) y del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (Lanot), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a consecuencia de estos derrames, para el 12 de julio, la mancha de contaminación en la superficie marina ya tenía una extensión de 467 kilómetros cuadrados.
Los especialistas lograron determinar esta extensión gracias al análisis de imágenes de radar, con las cuales es posible rastrear la extensión afectada. Lamentablemente, hasta el momento se prevé que el derrame se extienda hacia el este-noreste y que incluso llegue hasta las costas de Veracruz, Tamaulipas o Estados Unidos, según explicó a Aristegui Noticias la investigadora Gabriela Gómez Rodríguez del IGg de la UNAM.
“Este tipo de imágenes detectan, en esencia, la textura de los objetos y es posible discriminar en la superficie marina, por la diferencia de densidades y el patrón de oleaje, a la mancha de hidrocarburos del resto del océano”, e
Denuncian opacidad del gobierno sobre derrame en el Golfo de México
El pasado lunes 17 de julio, organizaciones ambientalistas entre las que se encuentra Greenpeace alertaron sobre un enorme derrame de hidrocarburos en el Golfo de México y además han advertido que “entre 2020 y 2022 la gravedad de los siniestros de la paraestatal ha aumentado en un 126%, mientras que el presupuesto destinado al mantenimiento de instalaciones se ha reducido en 49%”.
Según el comunicado, firmado por un grupo de asociaciones unidas por la causa, el incidente “ha provocado una bomba de tiempo que se traduce constantemente en víctimas mortales, no de accidentes casuales sino de condiciones laborales precarias” y denuncia la falta de voluntad de la industria para encontrar una solución, así como la opacidad con que ha manejado el gobierno la información sobre los derrames.
“A pesar de la considerable extensión del derrame (…), las autoridades no han dado aviso alguno sobre las causas y consecuencias del mismo.
La completa opacidad con la que se ha manejado este derrame resulta preocupante frente a la posibilidad de que sea una muestra de otros incidentes similares que pasan sin ser cuantificados y sin registro de atención. Una revisión de la misma zona en el mes de junio permitió identificar otro derrame con una extensión aproximada de 270 kilómetros cuadrados“.
Para el día martes, Pemex admitió que su red de ductos en Ek Balam tuvo dos fugas que consideró como “mínimas” (de 58 metros cúbicos, equivalentes a 365 barriles de petróleo) y apuntó que la afectación fue únicamente en un área de 0.06 kilómetros cuadrados y que la película de aceite tenía menos de un milímetro de espesor.
📌 Aclara #PEMEX sobre el control de fuga en los campos Ek Balam.https://t.co/4xEx7qultx pic.twitter.com/FPEZM0p30s
— Petróleos Mexicanos (@Pemex) July 18, 2023
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Con información de Aristegui Noticias y Greenpeace
