El presidente de la Federación Mexicana de Caza muere embestido por un búfalo

Mario Alberto Canales Najjar murió embestido por un búfalo mientras se encontraba de caza en la provincia de Entre Ríos, Argentina.

Murió durante traslado al hospital

Mario Alberto Canales Najjar, presidente de la Federación Mexicana de Caza y abogado, falleció el viernes en Argentina tras ser embestido por un búfalo de más de mil kilogramos.

Canales se encontraba en la provincia de Entre Ríos en una actividad de cacería con otros tres amigos y un guía turístico. De acuerdo con los testimonios, el abogado iba armado con un fusil 408 y disparó a aproximadamente 30 metros del búfalo, pero no logró abatirlo. El animal se arrojó sobre él y lo embistió con los cuernos.

Ante el ataque, el guía turístico disparó varias veces contra el ejemplar hasta que logró separar al cazador. Los peritajes confirmaron que el búfalo recibió cinco disparos en total.

Al tratarse de una zona sin señal de celular e inaccesible para las ambulancias, Mario Alberto fue subido a una camioneta particular y trasladado al hospital, pero no llegó con vida. La autopsia reveló que sufrió fracturas costales y en el esternón, así como hematomas retroperitoneales.

Este domingo sus restos fueron velados en la ciudad de Gualeguaychú, hasta donde viajaron desde México su esposa y sus hijos. Su cuerpo será repatriado.

Fiscalía abre investigación judicial

La Fiscalía de Entre Ríos anuncio una investigación para aclarar las condiciones del accidente y analizar los permisos de caza del establecimiento Punta Caballos contratado por los mexicanos, y al que pagaron por el servicio de caza deportiva en el lugar 500 dólares por día.

El negocio de la caza deportiva en Argentina es poco conocido. Establecimientos como Punta Caballos crían animales silvestres como ciervos, antílopes, búfalos y muflones, entre otros, para después convertirse en presas de los clientes que pagan por matarlos.

De hecho, la provincia de Entre Ríos ha sido escenario de varias muertes derivadas de estas prácticas, como la del turista estadounidense Boyce Cooper Magli, de 76 años. Cooper había contratado un paquete en Estados Unidos que incluía el traslado al coto de caza, alojamiento, comida y armas y municiones en caso de no traer las propias.

Con información de El País.

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