México, líder en el mundo en consumo de agua embotellada | ¿Cómo impacta al medioambiente?

agua embotellada

México, un país rico en recursos naturales, se encuentra en el centro de un dilema que afecta tanto a su población como al medio ambiente: el consumo desmesurado de agua embotellada. A pesar de tener acceso a agua entubada en la mayoría de los hogares, México ostentó el título de líder mundial en el consumo de agua embotellada en 2020, con un promedio de 286 litros por persona al año en envases de plástico. Este fenómeno plantea preguntas inevitables sobre por qué ocurre, cuáles son las implicaciones económicas y medioambientales, y cuáles son las posibles soluciones. Aquí las respondemos.

¿Por qué México es consumidor líder de agua embotellada?

La paradoja mexicana radica en que, a pesar de que el 93% de los hogares mexicanos tiene acceso a agua entubada, un alarmante 33.5% de viviendas carece de un suministro diario y de calidad. Esta situación obliga a los ciudadanos a gastar grandes cantidades de dinero en la compra de agua embotellada como única fuente confiable de agua potable.

Según Sandra López, especialista en Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), “el acceso al agua es un derecho humano determinado en la Constitución, pero la realidad es que no se garantiza de manera efectiva”.

El costo de esta problemática se refleja en que, a pesar de que los hogares mexicanos gastan aproximadamente 1,643 pesos anuales en el servicio de agua potable, los sistemas de agua en el país no pueden garantizar un suministro seguro y constante. Esto obliga a los hogares a incurrir en sobrecostos significativos, como la compra de agua embotellada y sistemas de purificación, lo que impacta en su economía cotidiana.

México paga más por agua embotellada que potable

En un contexto de crisis hídrica y sequía, el deficiente servicio de agua potable afecta significativamente a la economía de la población. López enfatiza que en México existe una falta de una estructura regulatoria efectiva que controle los esquemas tarifarios de acceso al agua potable. Las tarifas excesivamente altas afectan a los sectores más vulnerables, mientras que tarifas demasiado bajas pueden perjudicar la calidad del servicio.

Los mexicanos se ven en la necesidad de pagar más por agua embotellada que por agua potable debido a la calidad deficiente del suministro en algunas regiones del país. Esto, en última instancia, afecta desproporcionadamente a aquellos que tienen menos recursos económicos, lo que es una clara injusticia.

¿Qué representa esto para el medio ambiente?

La proliferación del consumo de agua embotellada tiene graves consecuencias para el medio ambiente. Actualmente, unas pocas empresas extranjeras, como Danone, Coca-Cola y PepsiCo, concentran más del 80% del mercado de agua embotellada en México. Esto no solo agrava el problema del acceso al agua, sino que también aumenta la producción de residuos de plástico, una crisis global en constante crecimiento.

La sobreproducción de botellas de plástico y su desecho inadecuado representan una amenaza significativa para el medio ambiente, ya que estos envases pueden tardar cientos de años en degradarse y contaminan los océanos y ríos, dañando la fauna y flora marina.

Alternativas para no consumir agua embotellada

Ante esta situación crítica, el IMCO propone medidas urgentes, como la creación de un nuevo sistema tarifario que garantice ingresos suficientes para mantener y mejorar la infraestructura hídrica y los servicios de suministro para toda la población. Este nuevo sistema debería considerar las competencias de los gobiernos locales y establecer criterios transparentes y uniformes en colaboración con el gobierno Federal.

Además, es esencial fortalecer la planificación estatal del agua para que la recaudación tarifaria sea equitativa con el gasto, en coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La transparencia y la eficiencia en la gestión de recursos hídricos son fundamentales para abordar esta problemática y garantizar que el acceso al agua sea un derecho real para todos los mexicanos.

¿Qué puede hacer la ciudadanía al respecto?

La ciudadanía juega un papel fundamental en reducir su consumo de agua embotellada y contribuir a la preservación del medio ambiente y el acceso equitativo al agua potable. Aquí hay algunas acciones que las personas pueden tomar, como utilizar filtros de agua en el hogar: reutilizar botellas o bien, hacer uso de envases de varios usos.

Además, para contrarrestar el impacto ambiental del agua embotellada es posible participar en programas de reciclaje y apoyar a las iniciativas locales en este tema. También se puede reducir el consumo de este tipo de productos y llevar el agua desde casa, promover la educación ambiental y, con ello, la conciencia ciudadana respecto a los impactos del medio ambiente.

Cada pequeña acción individual puede tener un impacto significativo en la reducción del consumo de agua embotellada y la disminución de los desechos plásticos.

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Con información de El País.

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