Puentes peatonales: ¿realmente los necesitamos?

puentes peatonales

Muchos ciudadanos piensan que los puentes peatonales no son la mejor idea ni una solución a los problemas del tránsito vehicular. Por el contrario, para movimientos como Coalición Movilidad Segura o Liga Peatonal, estas estructuras se han convertido en “puentes antipeatonales” que segregan a los transeúntes para darle prioridad a los automovilistas.

¿Puentes peatonales o antipeatonales?

Desde 2014, grupos como la Liga Peatonal apuntan que los puentes peatonales son infraestructuras que vulneran el derecho a la ciudad de las personas, así como su libertad de tránsito, y postulan la idea de construir en su lugar espacios universalmente accesibles para toda la población. Estas organizaciones han cambiado la visión desde la que se juzga a quienes no cruzan los puentes peatonales como personas “flojas” o “con falta de cultura vial”, pues tienen en consideración factores como la inseguridad y la facilidad de traslado, pues suelen implicar muchas dificultades y algunas se han convertido en espacios muy inseguros que la delincuencia aprovecha para intimidar y robar a los peatones.

Así, especialistas de la Liga Peatonal han señalado reiteradamente los aspectos negativos de construir una gran cantidad de puentes peatonales, como el hecho de que pueden llegar a ser muy peligrosos, según la ubicación donde se encuentren, y que son mucho más complicados de usar para los adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con discapacidad o personas con hijos.

“Según la encuesta Origen Destino, el 70% de la población se mueve en transporte público y hay dos millones de viajes caminando. Aun así, se sigue favoreciendo la infraestructura para el automóvil, incluso considerando que un cruce a nivel de calle es hasta 50% más barato que un puente peatonal, tanto en su construcción como en su mantenimiento”, explicó Carmen Rodríguez, de la Liga Peatonal en la CDMX.

No garantizan seguridad de peatones

Alejandra Leal, coordinadora de la Coalición Movilidad Segura, advierte que los puentes “antipeatonales” son los que no garantizan la seguridad de los peatones, por lo que quedan expuestos a la comisión de un delito o se ven obligados a buscar alternativas que resultan peligrosas. Como resultado, se convierten en obras en desuso donde aumenta la inseguridad.

La especialista advierte que ya no está justificada la existencia de un puente peatonal, a menos que sea en una vía de acceso controlado, como Viaducto o Periférico, donde el tránsito peatonal es complejo, pero que en las demás calles de CDMX todos los pasos podrían ser a nivel de banqueta y funcionar adecuadamente.

Con ello, se estarían priorizando las necesidades de grupos que enfrentan grandes dificultades físicas para cruzarlos, como las mujeres embarazadas, madres con uno o varios niños pequeños o carriolas, adultos mayores, personas con discapacidad, entre otros. Además, hay un cuestionamiento muy importante al respecto:

¿Realmente todos los puentes peatonales son necesarios? Si es posible cruzar por abajo, ¿por qué no hacer un paso peatonal y tratar con respeto a los transeúntes, pues ellos tienen la prioridad?

Fácil para automóviles, difícil para peatones

De acuerdo con la Carta Mexicana de derechos peatonales, elaborada por la Liga Peatonal, los puentes han sido construidos “a la medida” de los automóviles, pues su existencia “facilita su flujo continuo e impone un esfuerzo adicional a los peatones; no es infraestructura para las personas ni a escala de las personas”. 

Además, Carmen Rodríguez, especialista en movilidad de la Liga, indicó que la problemática de la falta de cruces seguros no está sola, pues se encuentra estrechamente relacionada con riesgos como el poco cumplimiento del Reglamento de Tránsito, la falta de medidas y restricciones, así como “una mayor vigilancia de las autoridades de tránsito”.

“Los puentes con rampas aumentan hasta 10 veces los metros que un peatón tienen que recorrer de un punto A a un punto B. Nos parece que esto es discriminatorio porque excluye a gran parte de la sociedad, por su condición física (…) [ existe] una lógica de ingeniería urbana que favorece el desplazamiento de los vehículos de automotores y no de prevención de lesiones”, señaló Amparo Ortega, de la Liga Peatonal en entrevista con Transecto.

Foto de Liga Peatonal, tomada de Chilango

Puebla cambia su modelo de movilidad y da prioridad a los peatones

El pasado 17 de agosto, las autoridades de la capital homónima del estado de Puebla, comenzaron a retirar uno de los puentes peatonales más representativos de la ciudad, ubicado en el Bulevar Héroes del 5 de Mayo, a la altura de Plaza Dorada, decisión que se tomó con el objetivo de mejorar la movilidad en el estado. Esta acción fue precedida por el retiro de otro puente en 2020, el cual se encontraba en el bulevar Esteban de Antuñano y la privada 3 Poniente y fue sustituido por un paso peatonal a ras de suelo.

En entrevista con Milenio, Francisco Valverde, coordinador del Doctorado en Hábitat y Sustentabilidad de la Universidad Iberoamericana Puebla, puntualizó que es clave que se coloque en el centro de las políticas públicas a los peatones, las personas con dificultad para moverse y los ciclistas, pues esto reducirá en gran medida la posibilidad de accidentes.

Lee también: Seguridad vial para ciclistas y peatones, un pendiente del Gobierno de la Ciudad de México

Con información de Reforma, Milenio, Transecto y Chilango

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