Seguridad vial para ciclistas y peatones, un pendiente del Gobierno de la Ciudad de México

Recientemente se celebró la Sexta Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que tiene como lema “Calles para la vida” y apela a un llamado a poner límites de velocidad como norma para salvar vidas.

En específico, la efeméride tiene como objetivo abogar por establecer límites de velocidad de 30 km/h (20 mph) en las calles de zonas urbanas y promover apoyo local para dichas medidas con el fin de crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables.

También se enfoca en destacar el vínculo entre los límites de velocidad de 30 km/h (20 mph) y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con salud, educación, infraestructura, ciudades sostenibles, acción climática y asociaciones. 

La Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial se celebra cada dos años y está organizada por las comisiones regionales de la OMS y las Naciones Unidas.

Ante esto, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Movilidad lanzó un nuevo plan de seguridad vial y uno de los objetivos primordiales es cuidar la seguridad de los ciclistas. De acuerdo con cifras de la Semovi, los viajes en bicicleta han aumentado 221 por ciento desde marzo de 2020; al respecto, la Confederación Patronal de la República Mexicana de la Ciudad de México (Coparmex), señaló en febrero del presente año, que “al aumentar el número de usuarios de la bicicleta también lo hicieron el número de siniestros”.

Ciclistas y peatones, los principales afectados

Eduardo Fernández, es un residente de la Ciudad de México y a su vez, activista de la movilidad, dijo para Ciudadanos en Red que la principal necesidad que tienen, en este caso los ciclistas es la infraestructura segura.

“Principalmente, lo que le hace falta (a la CDMX) es infraestructura segura, que te invite a andar en bici de manera segura, que te sientas protegido sobre todo de los autos, que son los que pueden causar mayor daño en algún momento”, dijo el activista.

Asimismo, agregó que uno de los problemas que tiene a diario las personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte es que no se respetan los espacios donde no hay ciclovía y hay poco conocimiento sobre las reglas de movilidad.  

“Como no se respeta mucho el espacio de las bicicletas por parte de los automovilistas yo creo que es un gran problema, donde no hay ciclovía, si vas en bici tienes derecho a usar un carril y muchas veces los automovilistas se molestan porque estás ocupando un espacio que creen que es suyo porque así ha sido siempre”, detalló.

A Eduardo en particular, el usar este medio de transporte es poder desplazarse libremente, asimismo, hizo una invitación a acudir a biciescuelas para las personas que buscan adentrarse en esta práctica.

Por último, mencionó que a pesar de que es positiva la promoción del uso de la bicicleta, se está dejando de lado la movilidad peatonal y las mejoras en la infraestructura para el transporte público.

“La bicicleta es un gran elemento en la ciudad para descongestionar y bajar el tráfico, pero no es para todos (…) la gran solución para las ciudades, principalmente lo peatonal, si arreglas lo peatonal en la ciudad arreglas muchísimas cosas porque muchísima gente camina”, agregó.

También mencionó que el transporte público debería ser un igualador social, y el punto donde convergen todos independientemente de a donde vayas y de donde vengas, que debe ser suficiente, eficiente, limpio y accesible.

“Que sea atractivo para todos, no decirle a alguien que se baje del coche, sino que el transporte público lo jale, que diga “el coche no me funciona hoy, el transporte público está mejor y me subo”, hay que cambiarlo totalmente”, finalizó.

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