López Obrador ha dividido la vida política de México en una nueva lucha entre liberales y conservadores, apropiándose del término “liberal” para su movimiento y llamando “conservador” a todo aquel se oponga a su gobierno. Lee el análisis de Demetrio Sodi.
Liberales vs. conservadores, una disputa histórica
En su columna “Liberales y conservadores”, publicada en el diario El Economista, Demetrio Sodi analiza cómo históricamente el país se ha dividido en una lucha entre ambas posiciones políticas, “en la cual siempre al final ganan los primeros”. Ahora, el presidente Andrés Manuel López Obrador busca retomar esta disputa ideológica para utilizarla en beneficio de su movimiento, al que atribuye las cualidades de “liberal”, aunque “muchas de sus medidas significan un retroceso y son conservadoras y centralistas”.
Pese a ello, el presidente se ha valido de la concepción que existe entre la población, principalmente en aquella de menores ingresos, para denostar a los conservadores, aquellos que son vistos por la mayoría de los mexicanos como “ajenos al nacionalismo e identificados con los intereses de sectores de altos ingresos”.
“López Obrador ha tratado de dividir nuevamente la vida política nacional en una lucha entre liberales y conservadores. Ha tenido la habilidad de colocar a todos los que se oponen a su gobierno del lado de los conservadores, apropiándose para su movimiento el término liberal”.
Un movimiento “liberal”
Como señala, Sodi, en 2024, la lucha por el poder podría transformarse “en una nueva lucha entre liberales y conservadores”, por lo que la oposición debe deslindarse del término y trabajar en la construcción de una propuesta de avanzada, pues, de lo contrario, “lo más seguro es que vuelvan a ganar los liberales”. Lo anterior, debido al monopolio que ha hecho el presidente del término “liberal”, el cual ha tenido un impacto positivo entre sus seguidores y los beneficiarios de sus programas sociales.
Mientras ese gran sector de la población crea en el discurso del presidente, que divide a los mexicanos entre ambos bandos, no será fácil para la oposición atraer el voto de las mayorías, pues los seguirá percibiendo como “un movimiento conservador que quiere regresar a los privilegios del pasado”.
“La única forma de ganar es rebasando a López Obrador y a Morena por la izquierda y para eso es necesaria una convocatoria más amplia de lo que hasta ahora ha logrado Va por México y las organizaciones civiles y liderazgos que están del lado de la oposición. Es urgente quitarle la identidad conservadora a la oposición y a los liderazgos de la sociedad civil que están cerca de ella”.
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Con información de El Economista