“La prioridad del próximo gobierno, gane quien gane, debe ser sacar a la gente de la pobreza”, así lo expresó Demetrio Sodi, político Méxicano. Además, agregó que la localización estratégica de nuestro país en la economía permite llevar a cabo una política de recuperación del salario mínimo y de formalizar la economía sin perder competitividad.
En su columna de opinión, Sodi señaló que en la actualidad la falta de oportunidades y la pobreza sigue siendo el principal problema en el país.
Crear oportunidades más que subsidiar la pobreza
Si bien la pobreza ha sido una preocupación permanente del Estado mexicano, las estrategias para reducirla no han dado resultados, de acuerdo con el político.
“Un año después de mi incorporación en 1975 al sector público, tuve la oportunidad de desarrollar el programa Conasupo-Coplamar para garantizar a las comunidades más marginadas los productos básicos a precios justos y para lograrlo instalamos tiendas en más de 14 mil localidades marginadas. Saco esto a colación, porque en ese tiempo la política para reducir la pobreza se centraba principalmente en abrir oportunidades a la población marginada más que en programas sociales para subsidiarla”, expresó Demetrio.
Recordó que durante el gobierno de Salinas de Gortari la prioridad para combatir la pobreza era promover el desarrollo de infraestructura en las comunidades a través del programa de Solidaridad.
Fue en el sexenio de Zedillo en el que la estrategia cambió y se establecieron apoyos sociales directos a las familias para subsidiar a los pobres.
“Los apoyos sociales directos son necesarios para subsidiar a las familias que viven en pobreza, pero no logran sacar a la gente de la pobreza porque los ingresos de las familias no lo permiten y porque no tienen acceso a educación, salud, vivienda, transporte y servicios públicos de calidad”, consideró el político mexicano.
Pobreza no se debe a falta de empleo
Sodi indicó que en nuestro país, la pobreza no se debe a la falta de empleo, como ocurre en otros lugares, sino al bajo salario que pagan tanto las empresas como el gobierno. Recalcó que, a diferencia de Estados Unidos y Europa, donde el trabajo representa el 65% del Ingreso Nacional, en nuestro país solo equivale al 40%.
Por otro lado, el Capital en México recibe el 60% del Ingreso Nacional, mientras que en países desarrollados este porcentaje es del 35%. Lo anterior, de acuerdo con el político, ha permitido que las empresas en México obtengan beneficios significativos a expensas de los ingresos de los trabajadores.
“Desde el gobierno de Miguel de la Madrid, se tomó la decisión de sacrificar el salario para atraer inversiones tanto nacionales como extranjeras. Aunque en este último sexenio se estableció una política de recuperación del salario mínimo, el impacto ha sido mayoritariamente visible en el sector formal, generando un aumento en la informalidad de las empresas y en el empleo. Aun así, el salario mínimo sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia”, destacó Demetrio.
Ante este escenario, Demetrio propone que para asegurar una igualdad de oportunidades y erradicar la pobreza, es imprescindible llevar a cabo las siguientes medidas:
- Incrementar de manera progresiva el salario mínimo durante los próximos seis años, de manera que alcance un nivel suficiente para permitir que las personas salgan de la situación de pobreza.
- Fomentar la formalización de la economía y del empleo informal mediante incentivos y apoyos dirigidos especialmente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Esto permitirá que los trabajadores reciban un salario mínimo justo y tengan acceso a la seguridad social.
- Implementar una reforma fiscal que permita aumentar los ingresos públicos en un 1% del Producto Interno Bruto (PIB) anualmente. De esta manera, el gobierno contará con los recursos necesarios para garantizar a toda la población la igualdad de oportunidades en áreas fundamentales como educación, salud, vivienda digna, transporte, servicios públicos y cuidado del medio ambiente.
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Con información de El Economista.
