Al ser cuestionado por Animal Político sobre el espionaje de Sedena a civiles con Pegasus, el presidente lo negó, evadió ahondar en el tema, cerró las puertas a cualquier aclaración de parte de la Secretaría y atacó a los medios de comunicación.
A pesar de las pruebas reveladas por las Guacamaya Leaks, durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realice labores de espionaje a civiles.
El presidente fue cuestionado por la reportera de Animal Político, Nayeli Roldán, quien le preguntó por qué se había interferido el teléfono del activista Raymundo Ramos, según pudo comprobarse en una investigación realizada por Animal Político, Aristegui Noticias, R3E y la organización Artículo 19. Como relató Juan Ortiz en un hilo de Twitter, Roldán acorraló al presidente y se mantuvo firme a pesar de las respuestas evasivas del mandatario, en lo que Ortiz denominó como “una clase de periodismo serio” que hizo enojar al presidente.
“Se tiene que hacer investigación, que no espionaje, es distinto y el Instituto de Inteligencia del Gobierno hace investigación porque nosotros sostenemos que es muy importante hacer investigación, inteligencia para no usar la fuerza”, dijo.
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La reportera afirmó que existen pruebas contundentes y documentos que comprueban el espionaje que Sedena realizó contra civiles, cuestionando al mandatario sobre la ilegalidad de estas acciones. En este contexto, preguntó al presidente si estaba al tanto de estos hechos y si lo había autorizado, pues la Sedena adquirió Pegasus sin tener facultades para espiar, y menos a civiles.
“No puedo dar detalles, pero es una práctica que se lleva a cabo dentro del trabajo de inteligencia. Estamos habilitados para hacer uso de estas facultades (…) Puedo afirmar con seguridad que no hay nada ilegal aquí“, aseguró.
López Obrador señaló que el uso del spyware Pegasus para acceder a las comunicaciones de Ramos está relacionada con la sospecha de presuntos vínculos del activista con el Cártel del Golfo. Por lo tanto, alegó que es necesario realizar trabajos de inteligencia para controlar los movimientos y actividades de esta organización criminal. Esta es parte de la conversación que hizo enojar al presidente, relatado por el analista Juan Ortiz:
Nayeli le revira: “Presidente, no es solo Raymundo. También hay otros periodistas”. Y no lo suelta. Le vuelve a preguntar que cuál es la base legal para espiar civiles. El presidente entra en un proceso de negación y molestia. Responde que los medios está en su contra.
Nayeli pregunta cuál es la diferencia entre espionaje e investigación. Básicamente responde el presidente: “Espionaje el que me hicieron en Tabasco, investigación es lo que hacemos nosotros”.
Nayeli le vuelve a insistir: “¿Cuál es la base legal para espiar? Aquí el presidente básicamente responde: “¿ya vieron el oficio donde me mandan a espiar?”.
Nayeli: “¿Está considerando como presuntos criminales a un defensor de DDHH y 2 periodistas?” López: “No, no, no, no, no. ¿Ya vieron que convocaron una marcha en Tamaulipas?”
Nayeli: “¿No podría venir Sedena a explicar este tema del espionaje?”
López: “Este, no”.
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Con información de la conferencia matutina de Presidencia de la República y Animal Político
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