Guacamaya Leaks confirma que espionaje continúa en gobierno de la 4T

Los documentos filtrados comprueban que la Sedena pagó por seguir utilizando un programa de espionaje durante el presente sexenio.

Sedena continúo espionaje

Una investigación de Animal Político, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Proceso y Aristegui Noticias alimentada con información filtrada por Guacamaya Leaks, confirma que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se continuó con el espionaje a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.

Documentos oficiales contenidos en los correos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) indican que en 2019 la dependencia adquirió un programa para el “servicio de monitoreo remoto de información” que se usa para intervenir los teléfonos celulares a la empresa Comercializadora Antsua, SA de CV, representante en México de la compañía NSO Group dueña del software de espionaje Pegasus.

Gracias a esta investigación se tiene la certeza de que se realizaron intervenciones a uno de los periodistas de Animal Político; a Raymundo Ramos, defensor de derechos humanos en Tamaulipas, y al periodista y escritor Ricardo Raphael.

Citizen Lab verificó las pruebas

John Scott, experto de Citizen Lab de la Universidad de Toronto, verificó que el espionaje se realizó mientras estos tres individuos realizaban indagatorias sobre temas relacionados con presuntas violaciones a derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas.

Scott explica que el sistema usado es más sofisticado que las versiones anteriores. Ahora ya no es necesario que el usuario interactúe con un link, sino que puede usarse de forma remota y aprovechando las vulnerabilidades de aplicaciones de mensajería. Con él se tiene acceso a absolutamente todas las aplicaciones y archivos multimedia contenidos en el teléfono.

Este lunes tres de octubre las víctimas referidas interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra quien resulte responsable. En este sentido, existe el precedente de otras dos denuncias promovidas por Artículo 19, entre otras organizaciones. La primera en 2017 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y la segunda en 2019.

Sedena pagó cerca de 12 millones

Los documentos consultados señalan que la Sedena concretó la compra del software con Comercializadora Antsua el 2 de abril de 2019, según consta en el oficio número SGE-3335 adjunto en un correo enviado por la sección “Guerra Electrónica” de la Dirección General de Transmisiones de la secretaría, donde también se comunica del pago y cumplimiento del servicio.

El contrato es el DN-10 SAIT-1075/P/2019 para el “servicio de monitoreo remoto de información fincado a la empresa ‘Comercializadora Antsua, SA de CV’”, cuyo servicio tuvo una vigencia del 1 al 30 de junio de 2019. Así mismo se hallaron datos referentes a la garantía por 12 millones de pesos que la empresa Fianzas y Cauciones Atlas, SA, otorgó a Comercializadora Antsua por dicho contrato, requisito solicitado en la administración pública para concretar la contratación.

La Sedena se había negado a transparentar información relativa a la contratación de cualquier servicio de inteligencia relacionado con posible espionaje, incluso rechazó entregar documentación a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

AMLO rechaza que su gobierno espíe

Andrés Manuel López Obrador ha rechazado en reiteradas ocasiones que su gobierno haya continuado con la política de espionaje que fue criticada durante la administración federal anterior.

“Nosotros no hemos comprado equipos para escuchas, entre otras cosas por la corrupción que significaba comprar todos estos equipos a precios elevadísimos a empresas extranjeras, sistemas de espionaje, se gastaba muchísimo dinero”.

En conferencia matutina de este martes y ante las preguntas de una reportera de Animal Político el mandatario reafirmó que, en todo caso, la compra del software fue para inteligencia, no para espionaje.

“No es cierto que se espié a periodistas o a opositores, no somos iguales. No es cierto. Yo hice el compromiso de que nadie iba a ser espiado, ningún opositor, entonces si tienen pruebas, que las presenten. […] Lo que buscan nuestros adversarios es equipararnos con los que trabajaban anteriormente y no somos lo mismo. Y todos los medios de comunicación, el suyo, por ejemplo, tenían buena relación con otros gobiernos y se dedican a atacarnos. Quieren que se convierta en un escándalo para atacarnos”.

Con información de Animal Político.

Recommended Posts