Luis Carlos Ugalde: crisis y negación de la derrota, principales retos de 2024

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Luis Carlos Ugalde analizó los riesgos que enfrenta México de cara a las las elecciones presidenciales de 2024. Según el experto, la crisis política y económica, así como el rechazo a los resultados por parte de Morena o de la oposición, serán los principales desafíos para el país.

Dos riesgos principales

Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia Consultores, académico y exconsejero del desaparecido IFE, participó en el foro de Sociedad Civil México “Los Desafíos Electorales hacia 2024”, transmitido por Twitter Spaces, donde analizó los riesgos que enfrenta el país de cara a las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en menos de dos años.

Ugalde apuntó que lo dos principales riesgos rumbo a 2024, los cuales considera “bastante complicados y bastante graves”, son: 1) el rechazo a los resultados de la elección por parte del gobierno o de la oposición y 2) alrededor de la elección de 2024 se configura un escenario de crisis financiera y política. 

En cuanto al escenario de rechazo del resultado de la elección presidencial, señaló que “la aceptación de la derrota es la excepción más que la costumbre” en México y explicó que la primera vez que un candidato presidencial rechazó los resultados electorales fue en 1828, en la primera elección presidencial, cuando Vicente Guerrero se alzó en armas tras perder contra Manuel Gómez Pedraza. El experto argumentó que este rechazo de los políticos a nivel mundial a los resultados de una elección se ha convertido en una cuestión de oportunismo:

“Si rechazas el resultado, tienes más oportunidad de poder seguir una carrera política; tienes más oportunidad de legitimarte, de seguir adelante, de negociar con el nuevo gobierno que si aceptas el resultado en buena lid”, señala.

Los escenarios del rechazo

Un primer escenario sería que la oposición rechace el resultado de la elección. Al respecto, Ugalde dijo que, al día de hoy, lo más probable es que Morena logre mantenerse en la presidencia, por lo que en una democracia funcional, lo más razonable sería que contara con el apoyo y la felicitación de los opositores. Sin embargo, señaló que, en el contexto político actual, existen factores que podrían llevar a la oposición a rechazar los resultados, tales como los actos anticipados de campaña de los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena, entre otras acciones ilegales de promoción y coacción del voto por parte del partido oficial, tanto para las elecciones de Coahuila y Estado de México, como para las presidenciales.

“Si el presidente de la República mantiene su actitud hostil ante el INE, mantiene los ataques a la oposición y su activismo político, es obvio que el día de la jornada electoral, en caso de que ganase el candidato o la candidata de Morena, la reacción inmediata de la oposición va a ser de agravio, de molestia, de sensación de abuso de poder político”, advirtió.

Además, explicó que es muy difícil que el margen de ventaja entre el candidato de Morena y el de la oposición sea tan amplio como el que se registró con López Obrador en 2018, por lo que la aceptación del resultado podría complicarse y “el nuevo gobierno puede empezar su mandato en un entorno de conflictividad y entonces el país puede mantener el tono conflictivo y polarizante que hoy tenemos”. Apuntó que este es el escenario que considera más probable.

¿Qué podría pasar si gana la oposición?

Si gana la oposición (probablemente por un margen muy estrecho), el posible escenario de una transición sería complejo y difícil. En este sentido, Ugalde explica que los argumentos del presidente y de Morena serán los de siempre: “la idea de que haya un fraude genérico, aunque no haya pruebas”, pues ya “ha sembrado en la mente de sus seguidores la idea de que el triunfo de los demás es moralmente inaceptable”. Si la gente población por otra opción, para él sería un fraude histórico y moral, advierte Ugalde.

“Es muy difícil que alguien pueda aceptar la derrota cuando ya equiparó que su gobierno no es un gobierno, sino un momento estelar de cambio histórico del país”, advierte el experto, quien sostiene que “no hay manera” de que López Obrador acepte que la gente rechace su Cuarta Transformación en las urnas.

Además, el mandatario acusaría al INE de hacer trampa y arremetería contra el PRIAN y los conservadores por bloquear su reforma electoral, e incluso podría acusar a Estados Unidos de querer colonizar el sector eléctrico mexicano.

“No es lo mismo un López Obrador que rechaza un resultado desde la oposición, que un López Obrador que rechaza un resultado desde la presidencia de la República”.

Crisis financiera y política: el otro gran riesgo

El director de Integralia Consultores explicó que lo más probable es que el país mantenga la estabilidad macroeconómica hasta el final del sexenio, y considera que López Obrador cuidará que no haya una crisis económica al final de su mandato. No obstante, explicó que existen factores externos como la guerra en Ucrania o conflictos entre China y Estados Unidos, problemas de cadenas de suministro, una eventual recesión de la economía estadounidense que afecte a las exportaciones mexicanas, el fenómeno inflacionario y el riesgo de que se salga de control un posible conflicto comercial entre México y Estados Unidos por las controversias relacionadas con el T-MEC.

“López Obrador, con el olfato de un populista, claramente va aprovechar el inicio de este panel de controversia para buscar generar cohesión nacionalista alrededor de su figura, para aprovecharlo de cara a la elección de 2023 en dos entidades y en 2024”, alertó.

Ugalde apuntó que también podría existir una crisis política derivada del proceso de nominación del candidato de Morena a la presidencia. Asimismo, otro factor que implicaría un desafío para el país es que los niveles de inseguridad y violencia continúen en aumento.

Con información de Sociedad Civil México

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