Beatriz Pagés señala que la virtual gobernadora del Edomex, Delfina Gómez, no fue realmente la ganadora de la contienda, sino el abstencionismo y su principal promotor: el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para derrotar a Morena, primero hay que vencer a la abstención
En su columna titulada “Delfina no ganó”, la periodista Beatriz Pagés señala que la candidata de Morena y virtual gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, no fue realmente la vencedora de la contienda, sino que hubo otros factores que contribuyeron a que obtuviera la mayoría de votos, en lo que denominó “una elección de Estado” impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como apunta la directora de la Revista Siempre!, si algo arrasó en las elecciones de Edomex 2023, esta fue la abstención, la cual “con su apatía e indiferencia, es la que decidió el resultado y el avance de un régimen destructor”, y es responsabilidad del bloque opositor examinar los factores que han llevado a la población a no votar.
“El abstencionismo del 50% tiene varios autores. Los opositores haríamos bien en mirarnos a los ojos, en sentarnos ante el espejo y hablarnos con honestidad”.
La oposición debe aceptar y corregir sus debilidades
Para Pagés, las elecciones en el Estado de México del pasado domingo 4 de junio dejaron a la oposición lecciones muy importantes, como la necesidad de que su próximo candidato a la presidencia sea “alguien ‘fuera de caja’. Fuera del perfil partidista, conservador y tradicional”, pues los electores ya no quieren más de lo mismo. Para lograrlo, la experta considera fundamental “que la ciudadanía participe, que lo haga suya la candidatura para que le genere entusiasmo y compromiso”.
“La alianza tendría que estar dispuesta a dar respuesta a esta demanda. Aceptar que el futuro candidato o candidata a la Presidencia podría y debería ser un ciudadano que conecte con la clase media para que con su voto eche a Morena de Palacio Nacional”.
¿Quién gobernará el Edomex 2023?
Beatriz Pagés afirma que el presidente López Obrador “financió una elección de Estado”, donde los llamados Servidores de la Nación entregaron entre “5 mil o 7 mil pesos por voto” y además “hubo casas encuestadora usadas como propaganda política para hacer creer que Delfina ganaría por 20 puntos”.
Delfina no ganó, porque no fue candidata. El candidato fue López Obrador. Ni gracia, ni talento. Mujer anticarismática, políticamente sumisa, cocinada al calor presidencial al igual que Claudia Sheinbaum. Tampoco será gobernadora, sólo una correa de transmisión de lo que decida su amigo el presidente. El Estado de México será el primer experimento a un Maximato. La maestra no gobernará. No sabe. Hará las veces de una actriz que representará el papel asignado con ayuda de su coordinador de campaña Horacio Duarte.
Esto hizo que la elección de Delfina Gómez fuera simplemente clientelar y no el resultado de un verdadero proceso democrático. Como destaca Pagés, este domingo, 7 millones de mexiquenses decidieron no salir a votar, más de la mitad de los ciudadanos del Edomex, lo que hace necesario replantear las estrategias a seguir rumbo a 2024.
“Ojo con esto: Delfina no arrasó. No entusiasmó. Los electores no votaron por ella ni siquiera en su tierra natal Texcoco. De los 12 millones 665 mil 223 ciudadanos con credencial de elector sólo votaron por ella 3 millones. Y lo hicieron a fuerza de ser amenazados y chantajeados“.
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Con información de Revista Siempre!