La entrega de recursos a través de programas sociales ha consolidado las bases electorales de Morena. Los beneficiarios lo ven como una “ayuda” del presidente y no como la garantía de sus derechos sociales.
De los programas sociales a las urnas
Más de 446 mil millones de pesos se entregarán este 2022 a más de 23 millones de beneficiarios de 13 programas gubernamentales, lo que impactará en el 65% de los hogares mexicanos. Un análisis del diario Reforma apunta que esta “entrega directa de miles de millones de pesos a beneficiarios de programas sociales ha sido rentabilizada por Morena en las urnas”.
Gonzalo Hernández Licona, director de la Red de Pobreza Multidimensional, en entrevista con el diario capitalino, señaló que la distribución de estos recursos impacta en las preferencias electorales de la población, como pudo apreciarse en las elecciones del pasado 5 de junio, cuando Morena ganó cuatro de la seis gubernaturas.
“En todos los estados con elecciones, el apoyo mayoritario para Morena vino de la población de 50 años y más, vino de los beneficiarios de programas sociales respecto de los no beneficiarios”, apuntó Hernández Licona, extitular del Coneval.
Una “ayuda” del presidente
Los ciudadanos suelen percibir los recursos de los programas sociales como producto de la “bondad” del presidente Andrés Manuel López Obrador y temen que su continuidad esté en riesgo en caso de que Morena no gane en las elecciones. En este sentido, Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEES), explica que los programas sociales se han “desinstitucionalizado”, por lo que los beneficiarios los toman como “una ayuda que se da por voluntad del presidente y no como un derecho social”. Una idea que se refuerza con los llamados Servidores de la Nación que ha distribuido el presidente a lo largo del país, quienes “se encargan de introyectar esa idea y también de esparcir el temor de que se pierdan si no continúa Morena en el poder”.
“No es que sea una relación directa entre gasto en programas sociales y votos, no es nada más que lleguen esos programas sociales a la población, sino que lo identifiquen como que esos apoyos vienen, no necesariamente del Gobierno, sino de una persona”, dijo el experto en economía y políticas públicas.
“Todo el aparato de Estado se está convirtiendo en una gran maquinaria electoral”, reforzó Clara Jusidman, directora de Incide Social, quien considera que todo el aparato institucional de la Cuarta Transformación está abocado a la tarea de fortalecer las bases electorales del partido oficial.
Con información de Reforma