¿Qué implicaciones tienen las revelaciones del libro “El rey del cash”?

El tema central es la falta de evidencias que comprueben el financiamiento ilícito a las actividades políticas de AMLO.

¿Qué hubiera podido ser diferente en este libro?

El libro de Elena Chávez “El rey del cash” debe analizarse a la luz de las implicaciones que traerá consigo en la arena política y la opinión pública. Respecto a esta última, el columnista Enrique Quintana distingue una consecuencia lógica, la oportunidad que ve la oposición de desacreditar al presidente.

En cuanto a las implicaciones políticas, el impacto será limitado porque las revelaciones sobre las millonarias cantidades de efectivo aportadas por funcionarios públicos para financiar el movimiento y las campañas políticas de AMLO no está sustentada con pruebas documentadas. La denuncia de financiamiento ilícito, puntualiza Quintana, no es nueva.

“Los partidarios de López Obrador y de Morena simple y sencillamente lo van a descalificar y van a considerarlo como parte de la campaña de descrédito que, a su juicio, se ha emprendido en todo el sexenio. […] Como quien dice, creo que no va a mover la balanza”.

Por lo tanto, lo que hubiera podido marcar la diferencia y generar repercusiones de mayor alcance es que se presentaran evidencias de las anécdotas contenidas en el texto. Como ejemplo, Enrique cita las investigaciones de la Casa Gris y el dinero que recibió Pío López Obrador.

“Hay una gran diferencia entre lo plausible y lo comprobado. Lo segundo es lo que sí cambiaría las percepciones”.

Financiamiento ilegal: el mayor problema de la democracia

Al respecto, Quintana cita el libro “Dinero bajo la mesa: Financiamiento y gasto ilegal de las campañas políticas en México”, una investigación documental y hemerográfica liderada por Luis Carlos Ugalde y María Amparo Casar. En él se sustenta, por ejemplo, que por cada peso de financiamiento legal hay al menos 15 pesos de financiamiento ilegal y que los principales candidatos a gobernador gastan más de diez veces el tope legal.

“La exhaustiva investigación de ese texto señaló que, en las campañas políticas de todos los partidos, hay evidencias suficientes para considerar que hay mucho más dinero de por medio que el reportado a la autoridad electoral, y ello solo se logra en buena medida a través del uso de efectivo, cash”.

En este libro también se sostiene que existen al menos tres tipos de patrocinio ilegal: desvío de recursos públicos, contribuciones de particulares y financiamiento del crimen organizado. Práctica que implica la comisión de delitos como lavado de dinero, defraudación y evasión fiscal, y simulación de operaciones mediante empresas fantasmas.

Los réditos obtenidos van desde la impunidad, continuidad de un gobierno o redes para apoyar a ciertos personajes, contratos como provedores y de obra pública, hasta protección de policías a cargamentos o plazas, en el caso de narcotraficantes. El principal destino del dinero, sostiene la investigación, es mantener las estructuras de clientelismo electoral: compra, movilización e inhibición del voto, así como el pago de estrategas de campaña y de cobertura en medios.

Con información de El Financiero.

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