Las lecciones presidenciales de 2024 serán un evento histórico en la vida política de Mexico que podría cambiar el rumbo que ha venido tomando por años. En el próximo ejercicio democrático, independientemente de qué candidata resulte victoriosa, será la primera vez en que una mujer llegue a la silla presidencial. La primera presidenta de México. Este evento podría conllevar una transformación en la forma de gobernar y un enfoque decisivo en la igualdad sustantiva de género. No obstante, de acuerdo con el político Demetrio Sodi, existe un riesgo clave que enfrentarían ambas candidatas: la falta de libertad y la influencia política que podrían ejercer una vez en el cargo.
AMLO, fuera de la jugada
En el caso de Claudia, Sodi advirtió que su éxito dependerá en gran medida de que el actual presidente, López Obrador, se retire de la vida política para permitirle ejercer el poder presidencial sin interferencias. También mencionó que enfrentará un partido, un Congreso y 23 gobernadores nombrados por López Obrador, lo que podría hacer que su lealtad y disciplina sean valiosas para su mandato. Sin embargo, Sodi subrayó que Claudia carecerá de la fuerza política de López Obrador, lo que podría requerir que busque el diálogo con la oposición y se distancie de algunos postulados de la Cuarta Transformación, lo que podría generar conflictos internos.
“Claudia dependerá de que López Obrador se retire de la vida política para poder ejercer realmente el poder presidencial, de lo contrario, cualquier decisión que tome estará sujeta a su sanción (…) El futuro de Claudia como presidenta, más allá de los votos, está en manos de López Obrador”, expresó Sodi.
Un gabinete impuesto
La situación de Xóchitl, según Sodi, es aún más compleja. En caso de ganar, su gobierno sería de coalición, lo que implicaría que los líderes de los partidos impondrían la mayoría de los puestos en su gabinete. Además, enfrentaría la resistencia de 23 gobernadores de oposición que podrían intentar bloquear su gobierno. Sodi también expresó preocupación por los grupos radicales dentro de su partido que podrían sabotear su mandato y mantenerse en contra del diálogo.
“Los grupos radicales que controlan ese partido seguramente sabotearán su gobierno, mantendrán su negativa al diálogo y la reaparición de López Obrador será casi segura”, expresó.
Reconciliación de la nación, el gran desafío
Sodi destacó que uno de los mayores desafíos que heredarán Claudia o Xóchitl es la división social y política que ha prevalecido durante el mandato de López Obrador. Reconciliar a la nación será un desafío, y Claudia deberá abrirse al diálogo y a los acuerdos con la oposición, mientras que Xóchitl deberá superar las diferencias internas y enfrentar a Morena, que podría resistirse al diálogo y seguir la línea confrontativa de López Obrador.
En su análisis, Sodi enfatizó que la fortaleza para gobernar no dependerá directamente de Claudia y Xóchitl, sino de la actitud que tomen López Obrador en un caso y los líderes del PAN y el PRI en el otro. La única alternativa que tienen para fortalecerse es asumir el liderazgo de las campañas y acercarse a grupos como los feministas, militantes y simpatizantes de Morena y la sociedad civil organizada. Esto permitiría crear un contrapeso a los liderazgos y partidos que buscan controlarlas.
“La buena noticia para 2024 es que tendremos a partir de octubre una presidenta, la mala es que los votos sirven para ganar, pero no sirven para gobernar y que la fuerza para gobernar no va depender directamente de ellas, sino de la actitud que tomen López Obrador en un caso y los dirigentes del PAN y el PRI en el otro”, dijo Sodi.
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Con información de El Economista.
