En un país donde la salud debería ser un baluarte inviolable, el Dr. Éctor Jaime Ramírez, un faro de sabiduría en el mundo médico y político mexicano, revela una verdad inquietante: ese bastión está desmoronándose. En su reciente entrevista para “Voces en Red” de Ciudadanos en Red, el Dr. Ramírez, un médico cirujano y académico de renombre, con un historial distinguido en cirugía general y salud pública, disecta la actual crisis sanitaria de México con la precisión de un bisturí. Su análisis, afilado y certero, no solo diagnostica los síntomas de un sistema enfermo, sino que también prescribe una ruta crítica hacia la recuperación.
El Dr. Ramírez Barba, con su profunda comprensión de la salud como un entramado complejo de factores sociales, económicos y políticos, destaca la interconexión de la salud con el entorno municipal. Desde la calidad del agua hasta la seguridad local, cada elemento juega un papel crucial en la salud de los ciudadanos. Esta perspectiva holística es esencial para entender los múltiples desafíos que enfrenta el sistema de salud mexicano.
En un país de 130 millones, el Dr. Ramírez apunta al declive en la esperanza de vida como un indicador alarmante. La reducción de cuatro años en la esperanza de vida durante los últimos cinco años de gobierno no es solo una cifra; es un grito de auxilio de una nación en crisis. El Dr. Ramírez atribuye este retroceso a un cóctel letal de un sistema de salud ineficiente, negligente y criminal, a la política de inseguridad basa en “abrazos y no balazos” y a una gestión deficiente de la pandemia de COVID-19 y de abasto de medicamentos.
Para el experto en salud pública, la pandemia de COVID-19, la crisis de medicamentos y las promesas de un sistema de salud “como Dinamarca”, entre otros factores, son terreno fértil para la incompetencia y la corrupción como un punto de inflexión en la crisis de salud. El Dr. Ramírez califica la respuesta del gobierno como “negligente” y “criminal”, señalando la elección inadecuada de profesionales de la salud y la falta de una estrategia coherente. También criticó la politización y la manipulación de la salud para fines electorales, lo cual ha exacerbado el problema, dejando a la población vulnerable y desprotegida.
Así, el Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba, quien actualmente coordina la mesa temática de salud para la construcción del plan de gobierno 2024-2030 por parte del bloque opositor, ha emitido una crítica severa hacia la política de salud del gobierno actual, referido como la 4T (Cuarta Transformación), liderado por el presidente López Obrador. Su formación como médico cirujano y su experiencia en diversos cargos de salud y desarrollo social, tanto a nivel estatal como federal, le otorgan una perspectiva informada sobre los temas de salud pública.
En su mensaje, el Dr. Ramírez Barba señala que la salud es un punto de encuentro de numerosos factores sociales y políticos. Critica la gestión de la salud por parte del gobierno actual, calificándola de “negligente y criminal”. Menciona específicamente el impacto negativo en la esperanza de vida de los mexicanos, la cual, según él, ha disminuido significativamente en los últimos cinco años, retrocediendo casi 30 años. Este retroceso lo atribuye a varias causas, incluyendo la violencia del crimen organizado y la gestión de la pandemia de COVID-19. Informó en el actual gobierno la esperanza de vida de los mexicanos ha bajado 4 años, para llegar a niveles de 1990.
El Dr. Ramírez también critica la selección de funcionarios de la salud en el gobierno, la lentitud y la ineficiencia en la respuesta a la pandemia, y la falta de planificación y conocimiento por parte de quienes han estado a cargo de la política pública en la materia. Además, acusa al presidente López Obrador de complicidad por no responsabilizar a dichos funcionarios por su mala gestión, ante lo cual insiste una politización de la medicina, alejándola de su objetivo primordial que es salvar vidas y mantener la salud de las personas.
El Dr. Éctor Jaime Ramírez Barba, con una perspectiva forjada en años de experiencia en el campo médico y político, ofrece una evaluación contundente sobre el estado actual de la salud en México. Un punto central de su crítica es la presunta negligencia gubernamental, especialmente durante la pandemia. Alarmantemente, señala que casi 7 de cada 10 personas fallecidas en la etapa aguda de la pandemia murieron en sus hogares, sin recibir atención médica. Este dato, según el Dr. Ramírez, es un indicativo claro de un sistema de salud colapsado.
Además, el Dr. Ramírez denuncia una campaña de denostación hacia los profesionales de la salud por parte de las autoridades, incluyendo al Presidente y al Secretario de Salud. Según él, esta actitud ha contribuido significativamente a la crisis actual.
El Dr. Ramírez critica la eliminación del Seguro Popular y su eventual sustitución por el Insabi, señalando a Juan Ferrer, quien estuvo al frente de ambas instituciones, como un ejemplo de la ineficacia y la falta de preparación en la administración pública. Esta transición, según el Dr. Ramírez, ha llevado a una privatización implícita del sistema de salud que requiere una inversión superior a los 960 mil millones de pesos, empujando a la población hacia servicios privados.
Apoyándose en estadísticas del Inegi, el Dr. Ramírez destaca un aumento dramático en el número de mexicanos sin acceso a servicios de salud: de 20 millones en 2018 a 53 millones en 2020. Este aumento sugiere un deterioro sustancial en la accesibilidad y calidad de los servicios de salud durante la administración actual.
El Dr. Ramírez señala que México es uno de los países de América Latina que menos invierte en salud, lo que ha resultado en un sistema de salud deficiente en comparación con otros países del continente. Este contraste es especialmente notorio al comparar a México con países que históricamente han tenido modelos de salud menos robustos.
“México tiene hoy un peor sistema de salud que el resto del continente. Cuando éramos realmente ejemplo para para todo el continente americano”.
Reconociendo que la salud no se limita a la atención médica, el Dr. Ramírez enfatiza la importancia de factores como el acceso al agua potable, la nutrición, el ejercicio, y la gestión adecuada de las adicciones. Destaca la relevancia de la autoeducación en salud y la necesidad de un enfoque más integral en la política de salud.
Para sacar a México de esta “sala de terapia intensiva”, el Dr. Ramírez sugiere una “receta” centrada en empoderar al paciente a través de la educación y el conocimiento de sus derechos. Critica la falta de empatía y humanismo en el actual gobierno, resaltando declaraciones insensibles hacia pacientes y familias afectadas. Según él, es crucial un cambio hacia un gobierno más empático y consciente de las necesidades reales de las personas enfermas.
Las palabras del Dr. Ramírez Barba resuenan como un llamado urgente a revisar y reformar el sistema de salud en México. Su análisis crítico apunta a deficiencias estructurales y de gestión, subrayando la importancia de una política de salud que trascienda la mera atención médica y aborde los determinantes sociales de la salud. En un contexto de crecientes desafíos sanitarios, su perspectiva invita a una reflexión profunda y a una acción decidida para garantizar el bienestar de la población mexicana.
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