El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió una vez más su propuesta de pasar el control de la Guardia Nacional a la Sedena y aseguró que las violaciones a derechos humanos que han cometido los militares en el pasado fueron culpa de los mandos civiles que se los ordenaron.
Agradeció a diputados
El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a asegurar que su iniciativa para que la Guardia Nacional se incorpore a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no es una acción para militarizar al país, sino que se trata de una acción necesaria para que se consolide la corporación y mantenga su profesionalismo y disciplina sin corrupción, lo que no pasaría si queda en manos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) o la Secretaría de Gobernación (Segob). Sobre la aprobación de la iniciativa en la la Cámara de Diputados el pasado viernes, el mandatario agradeció a los legisladores por haber dado ese “primer paso”.
Sobre el senador morenista Ricardo Monreal, quien ha señalado que los cambios en la Guardia Nacional requieren de una reforma constitucional, López Obrador dijo que no se deben hacer alianzas ni politiquerías, pues se trata de garantizar la seguridad pública como bien superior de la nación y señaló que cada legislador deberá asumir su responsabilidad ante un posible rechazo de su iniciativa en el Senado de la República.
“Ahhh, lo de Monreal, no hacemos nosotros alianzas cuando se trata de defender los intereses del pueblo, de la Nación, y que cada quien asuma su responsabilidad. Cada quien tiene que actuar de acuerdo a principios, ideales, y esto no está para politiquería (…) Yo he sostenido que cada servidor público es responsable de sus actos y que no es de andar negociando. La política no es un toma y daca, la política tiene que ver con ideales, con principios y nosotros estamos defendiendo esto porque consideramos que le conviene al pueblo de México”, dijo el mandatario.
Defiende a militares
Al ser cuestionado sobre la preocupación que ha producido en organizaciones civiles y la sociedad en general el poder que le ha otorgado a las Fuerzas Armadas en materia de seguridad pública y de administración de sus obras y proyectos más emblemáticos, el presidente reconoció que el Ejército ha cometido errores, pero responsabilizó de los mismos a los gobiernos civiles y señaló a los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto:
“Claro que han habido errores y hay manchas por las decisiones que han tomado gobiernos civiles. No hay que olvidar que comandante supremo de las Fuerzas Armadas es el Presidente (…) Si el presidente ordena la guerra, entonces sí se cometen graves violaciones a los derechos humanos, como sucedió en el gobierno de Peña Nieto y Calderón”, aseguró.
Además, dijo que el Ejército mexicano “no es cualquier ejército, no es lo mismo que el ejercito de un país del Cono Sur, no es lo mismo que un ejercito de Europa; es un ejército que surge del pueblo, por eso digo que son pueblo uniformado”, dijo, y señaló que los militares no pertenecen a la oligarquía, no se subordinaron a ninguna potencia extranjera ni se enriquecieron “durante el periodo de mayor saqueo en la historia de México”. También dijo que no era una invención suya que o administraran sus megaobras, pues es parte de sus labores y así está establecido en sus leyes.
Con información de la conferencia matutina de prensa de Presidencia de la República
