La violencia en México también afecta directamente a niñas y niños. Miles se han convertido en víctimas de crímenes como la desaparición, homicidio, feminicidio y el reclutamiento forzado en los grupos del crimen organizado.
Aumentan desapariciones y feminicidios de menores
Según información de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en lo que va del sexenio se ha registrado la desaparición de 19,445 niñas, niños y adolescentes, de los cuales, 5,102 siguen desaparecidos. La mayoría de los casos se concentran en tres estados: Edomex, con 3,740 casos; Tamaulipas, con 1,704 casos; y Jalisco, con 1,231 casos, según cifras de la Comisión Nacional de Búsqueda y del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
Aunado a ello, se reporta un aumento en los feminicidios de niñas y adolescentes. Entre enero y marzo de este año se contabilizaron 29 feminicidios de menores de entre 0 y 17 años de edad, cifra que supera a los 19 casos ocurridos entre enero y marzo de 2021, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Los municipios con más casos de feminicidios de niñas y adolescentes son Guadalupe, en Nuevo León; Ciudad Juárez, Chihuahua, y Ecatepec, Estado de México.
Homicidios, violencia y reclutamiento en el crimen organizado
El SESNSP reportó que entre enero y marzo de este año, 153 niñas y 442 niños fueron víctimas de homicidio en México, aunque la cifra total fue menor a la registrada en el mismo trimestre de 2021 (595 casos contra 627), que sigan falleciendo cientos de niños por homicidio en tan pocos meses es una situación sumamente grave. En este sentido, la violencia contra la infancia que se da en el entorno familiar es preocupante, pues, del 1 enero al 7 de abril de 2022, hubo 2,736 personas niñas, niños y adolescentes que tuvieron que ser atendidos en hospitales por violencia familiar, de los cuales el 87.5% eran mujeres.
Asimismo, los hospitales atendieron 1,649 casos menores de edad que fueron víctimas de violencia sexual, de los que un 92.8% eran mujeres. Otros 1,335 niñas, niños y adolescentes acudieron a algún hospital por violencia física: 639 mujeres y 695 hombres.
A esta violencia se suma la vulnerabilidad de los niños y jóvenes frente a las bandas del crimen organizado, una situación que incrementa mientras mayor sea su mayor rezago educativo y pobreza. Con la pandemia, la pobreza aumentó y también el reclutamiento de menores en las bandas delincuenciales. “Muchas veces se dice: no fueron reclutados porque entraron de manera voluntaria. Sí, pero el niño tenía 11 años, se basa en el criterio de que ese niño no tiene la mentalidad o el conocimiento suficiente para decir ‘sí quiero entrar a este mundo’”, señala sobre estos casos Saskia Niño de Rivera, directora de la organización Reinserta.
Con información de Reporte Índigo