El fiscal general de Oaxaca dio a conocer detalles sobre la investigación del caso de Claudia Uruchurtu, explicó cómo fue asesinada y confirmó la responsabilidad de la exalcaldesa de Morena, Lizbeth Victoria Huerta, como autora intelectual del crimen.
Denunció la corrupción de la alcaldesa
Claudia Uruchurtu fue una activista con doble nacionalidad inglesa y mexicana que desapareció desde el 26 de marzo, tras una protesta en las afueras de la alcaldía de Nochixtlán, su pueblo natal y en el que vive su madre, al cual había regresado pocos años antes, tras vencer la lucha contra un cáncer que la invadió. Varios testigos señalaron que fue detenida por sujetos vestidos de civil que abordaron un automóvil rojo al que seguía una camioneta.
“En una visita que hace el Presidente de la República, Claudia intenta entregarle la información. Fracasa, pero del municipio interceptan el reporte. Ese es el punto de inflexión, donde se decide ponerle fin a la vida de Claudia”.
Uruchurtu llevaba un tiempo ya denunciando actos de corrupción en el gobierno de la alcaldesa de Morena: “desfalcos y omisiones a la administración municipal y documenta desvíos, ilegalidades e irregularidades por millones de pesos. Lo hace ante los órganos electorales de Oaxaca y la Auditoría Superior de la Federación”, especificó Arturo Peimbert, fiscal general de Oaxaca.
“Allí, la ejecuta de tres tiros”
Asimismo, el fiscal Peimbert relató cómo ocurrieron los hechos, ya con los avances de la investigación, al diario La Jornada. Informó que Juan Antonio H, alias El Centinela, a petición de la exedil Lizbeth Victoria Huerta, fue el encargado de desaparecer y dar muerte a la activista.
“Centinela da instrucciones a otro funcionario. Éste toma una camioneta, se asegura de que lleve un arma y siguen a Claudia. En un punto que consideran ciego, la golpean y la suben a una pick up pequeña de modelo reciente. Conducen fuera de la comunidad, 13 o 14 kilómetros rumbo a la montaña, hasta un punto limítrofe.
Centinela pide al chofer que vigile mientras él baja a Claudia a golpes. La pasa a una pluma que divide una comunidad de otra. Allí, la ejecuta de tres tiros. Hay una alerta de que pueden estar siendo observados y deciden huir, abandonando el cuerpo”.
Arturo Peimbert, fiscal general de Oaxaca, La Jornada
La población fue clave
El fiscal señala que aún no encuentran el cuerpo, pero que han podido reconstruir los hechos gracias a 92 pruebas científicas, jurídicas y testimoniales que presentaron a los jueces para dar la vinculación al proceso. Aseguró que la participación de los testigos y de la ciudadanía en general de Nochixtlán ha sido fundamental para resolver el caso y saber lo que pasó con Claudia tras su desaparición.
“Tenemos un gran testimonio, que nos arroja la población. Aquí jugó un papel muy importante el que yo conociera de manera muy cercana Nochixtlán. Fue la comunidad la que coadyuvó con mi investigación. Esta ejecución se da a días de que el Congreso me nombra fiscal. Era muy complicado tomar el control de la Agencia de Investigación del estado de un caso tan relevante. El apoyo de la ciudadanía fue fundamental.
Con información de La Jornada