Estudiantes son reclutados para trabajar como narcomenudistas y transportar armas; las escuelas sirven como depósito de drogas.
Cooptación inicia desde los 7 años
Durante la presentación del informe Violencia armada y afectaciones a la niñez y la adolescencia de la iniciativa Tejiendo Redes Infancia, el Centro Regional de Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC) de la ONU alertó que estudiantes de centros escolares de educación básica son centro de reclutamiento de pandillas, bandas y crimen organizado.
Walter Murcia, asesor del UNLIREC, indicó que este enrolamiento incluye a menores de 7 a 13 años, quienes son empleados para transportar armas, narcotráfico o narcomenudeo. Esta práctica, afirmó, es parte del fenómeno de naturalización de la violencia en la sociedad y como táctica de control territorial de delincuentes.
Los criminales se valen de amenazas, violencia física, enamoramiento de niñas y adolescentes, así como promesas de dinero para convencer a los menores de trabajar para ellos.
“El reclutamiento de niños inicia a una edad, particularmente hemos visto casos a partir de los 7 años, entre los 7 a 13 años hay una clara participación de niños en diferentes economías ilegales, como, por ejemplo, en narcotráfico, narcomenudeo. Incluso hemos visto que tiene que ver con armas, como estudiantes son usados para transportar armas con el objetivo de evadir cualquier tipo de control policial que haya en las comunidades, pero particularmente en las cercanías de escuelas”.
Walter Murcia, asesor del UNLIREC
Esta modalidad, explica el informe, se da particularmente en los sectores urbanos, en la que el niño o la niña sigue habitando en su casa, va a la escuela y está en su comunidad, pero el control de su vida pertenece al grupo criminal. Este determina las funciones a cumplir, establece las rutinas diarias, le permite ascender en la línea de mando y, en algunos casos, la familia conoce y legitima esta situación en la medida que el actor armado se convierte en proveedor.
Las escuelas son depósitos de armas y drogas
Murcia también indicó que los planteles educativos son utilizados para esconder armas, drogas y municiones. En este caso, el armamento es mostrado como sinónimo de poder y autoridad.
Insistió en que estas situaciones responden a un contexto generalizado de violencia en México y Centroamérica, por lo que no pueden ser tratados como casos aislados.
“Por otro lado hemos visto cómo las escuelas en contextos con fuerte presencia de actores criminales son usadas por este tipo de organizaciones, que las hacen parte del control territorial violento pero que también son usadas ya sea para esconder armas, para esconder drogas, incluso hemos podido registrar casos en la región de escuelas que son usadas para esconder diferentes tipos de armas y municiones”.
Walter Murcia, asesor del UNLIREC
También recordó que el homicidio es la principal causa de muerte en adolescentes de 10 a 19 años, lo que significa que un promedio 67 jóvenes en ese rango de edad mueren asesinados a diario.
Con información de Excelsior.