Puebla, gobernada por Miguel Barbosa; Morelos, por Cuauhtémoc Blanco; Chiapas, liderado por Rutilio Cruz; Veracruz con Cuitláhuac García Jiménez y la Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum.
De acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), cinco entidades gobernadas por Morena representan un probable daño a la Hacienda Pública de hasta 13 mil 644 millones de pesos, que representa 63 por ciento del total de anomalías de los 31 estados y la Ciudad de México.
Puebla, gobernada por Miguel Barbosa; Morelos, por Cuauhtémoc Blanco; Chiapas, liderado por Rutilio Cruz Escandón; Veracruz con Cuitláhuac García Jiménez; y la Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum.
En el caso del gobierno de la Ciudad de México, no se explicó cómo se aplicaron más de 4 mil millones de pesos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud de 2019. Tampoco acreditó la aplicación de recursos del Seguro Popular.
En el estado de Veracruz, también se presentaron anomalías hasta por 2 mil 400 millones de pesos. Esto porque el Régimen Veracruzano de Protección Social en Salud (Revepss) no acreditó la validación de mil 40 servidores públicos, a quienes les pagó 295 millones 782 mil pesos.
En Morelos, el gobierno no aclaró cómo gastó más de mil millones de pesos que obtuvo de la recaudación ni regresó a la Tesorería de la Federación los 16 millones 164 mil pesos que no comprometieron hasta diciembre 2019, como pide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios.
En Puebla hay un probable daño a la Hacienda Pública por más de mil 100 millones de pesos. La administración de Miguel Barbosa pagó 421 millones de pesos de más a una empresa que fue contratada para el abasto, distribución y administración de medicamentos.
También Servicios de Salud del Estado de Puebla (SSEP) no explicó en qué se gastaron 30 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA); además, ocuparon 97 mil pesos para otros fines diferentes a los objetivos del fondo.
En Chiapas, también hubo irregularidades por más de 900 millones de pesos, como no acreditar cómo gastaron recursos del sector salud, pagar remuneraciones de más a 45 servidores públicos o entregar salarios a quienes no cumplían con el perfil de la plaza.
Pero sin duda, los gobernantes del partido que presume honestidad y transparencia, son los más corruptos ahora. ¿Dónde quedaron las promesas de acabar con todo lo de los gobiernos pasados?