Sin lugar a dudas, el costo mayor que traerá consigo el COVID-19 será las personas que perezcan. Pero ése no será el único. Los cierres de fronteras, la inmovilización de los aviones, la caída brutal de visitas de turistas en ciudades y centros que viven de los mismos, además de un larguísimo etcétera, impactará en el bolsillo de todas las personas que viven de la industria turística y de servicios. Tan sólo el Centro para la Aviación CAPA considera que por la pandemia, para finales de mayo, una buena parte de las aerolíneas a nivel mundial estarán en bancarrota. ¿Suena descabellado? No lo es. Lufthansa (uno de los gigantes de la aviación) ha perdido la mitad de su valor en la Bolsa en el último mes. De igual forma, el gigante teutón TUI, el operador turístico número uno a nivel mundial, ya tuvo que pedir ayuda al Estado alemán.
No sólo es la industria turística la afectada, también la automotriz, la de la construcción y la del entretenimiento, por mencionar unas pocas. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo considera que el coronavirus impactará en lo económico a millones de personas en el mediano y largo plazo, al poner en riesgo los medios de subsistencia.
En México, la planta de Audi en Puebla paró actividades y en Querétaro la industria automotriz ha disminuido en 55 por ciento. Tal vez por ello la Concamin considera que la industria podría caer 3.5 por ciento respecto del año pasado.Por su parte, Credit Suisse recortó la expectativa de crecimiento para México en este 2020 a menos/-4 por ciento. Lo cual se debe al COVID-19, pero antes también a la caída en los precios del petróleo.
La crisis económica que ya inició no sólo le tocará a México. Los países afectados por el virus estudian y ponen en práctica medidas para disminuir el impacto.
Así, Estados Unidos ha tenido que inyectar miles de millones de dólares para evitar que sus bolsas de valores sigan cayendo.
Ahora Trump considera dar a cada ciudadano mil dólares en efectivo al mes lo que dure la pandemia. La 4T, en México, repartirá cuatro meses de pensión para la tercera edad por adelantado.
Algunos analistas consideran que la economía mundial tardará al menos hasta mediados de 2021 en recuperarse. Ante lo cual, se requiere que el gobierno de nuestro país implemente mecanismos para minimizar las afectaciones. Esto requiere un trabajo entre gobierno, empresas y sociedad.
Los costos económicos que dejará el coronavirus pueden llegar a ser una ocasión para que el gobierno proponga estrategias de impacto. PD.- Siguiendo las tendencias mundiales, la inversión esperada para el Tren Maya y Santa Lucía debería ser reorientada para programas de apoyo a las empresas. Pero anteayer el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció todo lo contrario en su mañanera. Insisto, alguno de esos proyectos estrella de esta administración tendrá que desaparecer.