Aparentemente el obsequio llamado César Duarte, ex gobernador del PRI, es para López Obrador. Uno diría fríamente que, en la visita del Presidente mexicano a EU, Donald Trump fue generoso con su invitado. Que el anfitrión, sí, saca provecho de Andrés Manuel en su carrera reeleccionista, y que éste, conociendo a su vecino, selló el encuentro en casa con el viejo adagio lopezobradorista de que “amor con amor se paga”.
La pandemia, según diversos estudios de opinión, está mermando la credibilidad del inquilino de Palacio Nacional y necesita un golpe certero para reforzar su discurso de la lucha anticorrupción, luego de que el barrido de escaleras de “arriba para abajo” se detuvo en casa (Bartlett, Ana Guevara, Eréndira Sandoval, Zoé Robledo, Rocío Nahle…)
La captura y extradición de Duarte parece, a simple vista, una corona de Trump para López Obrador de un hecho directo y exacto, políticamente hablando. Pero detengámonos. Javier Corral, gobernador del PAN, es quien ha hecho la investigación de la llamada Operación Zafiro, que documenta un saqueo del gobierno de Chihuahua para favorecer la campaña de Peña Nieto y al PRI, así como para enriquecerse de forma ilegal por 60 mil mdp. El propio Corral es quien ha solicitado la orden de captura en contra de Duarte y tramitado la extradición.
Desde el Senado —con aspiraciones a la candidatura de gobierno— Corral desató una campaña en contra de Duarte, y las veces que acudió como invitado a la máxima tribuna legislativa le puso el dedo. “#VeteDuarte. Qué vergüenza que en estas audiencias (para elaborar la Ley de Justicia) participe el corrupto de César Duarte, sujeto a proceso penal”. Además, se había robado dinero, según se dijo, de un fideicomiso para crear un banco.
Si el regalo entonces fuera para el presidente López Obrador, a éste le hubiese servido alguna pieza que se acercara a Felipe Calderón. La medalla entonces es para el colectivo Corral, PAN, MC y hasta PRD, porque llegaron juntos con la bandera de meter a Duarte a la cárcel. Es cierto que falta ver el show de la extradición y a quién más capturan junto con Duarte. El tema es más local y descabeza al PRI en el noroeste del país para inyectarle oxígeno al PAN y a MC. No tardó Corral en salir, mientras López Obrador se dirigía a descansar a la residencia mexicana en Washington.
“La detención este día en EU de César Horacio DJ es un triunfo del pueblo de Chihuahua de su exigencia de justicia frente a la más descarada corrupción que haya vivido. Por eso debo agradecer la voluntad política del presidente López Obrador para concretar la extradición de este prófugo de la justicia en Chihuahua”, dijo Corral, quien confesó que Marcelo Ebrard le comunicó la noticia que el gobierno de Trump le dio a éste en la recepción.
En términos reales, Corral ha cumplido su promesa de gobierno y ahora buscará que se le devuelva al pueblo lo robado.