De diciembre de 2018 a octubre de 2020 se han detectado un total de 23 mil 323 tomas clandestinas a los ductos de Pemex para el robo de hidrocarburos
En un reportaje del periódico Excélsior, manifiesta que el problema persiste, aun cuando con el arranque de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se han ejecutado acciones entre la petrolera y otras instancias de gobierno como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional, entre otras instituciones.
La reportera Nayeli González, dio a conocer que los datos muestran que, aunque la estrategia ha permitido reducir paulatinamente las perforaciones ilegales, aún no se ha podido erradicar este delito perpetrado, principalmente, por bandas de la delincuencia organizada.
Pese al avance que se ha buscado, el quebranto reportado entre 2019 y octubre de este año ya suma casi 510 millones de pesos, lo cual va en detrimento de las finanzas de la empresa.
Es así que Hidalgo, Puebla y el Estado de México se mantienen como los tres estados con mayor número de ataques a la red de ductos de Pemex.
El 21 de diciembre descubren nueva toma clandestina
En el marco del Plan Conjunto del Gobierno de México para Combatir el Robo de Hidrocarburos, el pasado 21 de diciembre 2020, personal de los citados organismos, al realizar reconocimientos terrestres a inmediaciones del poblado Cuautlacingo en el municipio de Otumba, Estado de México aseguraron una toma clandestina con un túnel de 200 metros de longitud, ocultos bajo un sembradío de nopal.
Los hechos ocurrieron al notar una baja de presión en el kilómetro 1256+500 del ducto Tuxpan-Azcapotzalco por parte del sistema de monitoreo de Pemex, por lo que inmediatamente se procedió con la supervisión del área, localizando una toma de donde se extraía el combustible a través de una manguera reforzada con una longitud de 205 metros que corría por un túnel de 50 centímetros de ancho por 1.50 metros de alto, fortalecido con una estructura de madera, la cual culminaba en un predio abandonado donde presumiblemente se extraía y almacenaba el combustible.
La toma clandestina fue inhabilitada por personal del sector de ductos especialistas de PEMEX.