Por tercer mes consecutivo, el país registró una fuga capital, debido a una mayor cautela por parte de los inversionistas, dijeron expertos.
En mayo fueron retirados del país unos 34,850 millones de pesos (mdp), que se sumaron a la salida de unos 288,000 mdp en marzo y abril, según datos oficiales.
Para algunos, el cambio de percepción sobre el riesgo del país podría retrasar la recuperación de los flujos de capital o incluso mantenerlos negativos en los próximos meses.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido criticado por sus políticas macroeconómicas, enfocadas en privilegiar el gasto social, y por haber frenado proyectos de inversión relevantes, así como por su política energética.
Adicionalmente, México registró en 2019 la primera contracción en su economía en una década y el panorama no es alentador. Según una encuesta de Banco de México (Banxico), el Producto Interno Bruto (PIB) caerá un 8% este año.
Bajo ese escenario, los inversionistas extranjeros “están disminuyendo su exposición a México”, además de que el país “tiene que pagar mucho más para continuar fondeándose en los mercados internacionales”, añadió Jaime.
Por ejemplo, México emitió en abril 2,500 mdd con un rendimiento al vencimiento del 5%, mientras que Paraguay, con una calificación basura, emitió 2,000 mdd con una tasa del 4.95%.
Las expectativas de una profunda recesión y de un fuerte deterioro en las finanzas públicas llegan bajo un contexto en el que el presidente, irónicamente, se niega a contratar más deuda, la cual ayudaría a frenar los efectos de la crisis.
Los inversionistas además creen que la nota soberana pronto podría seguir los pasos de la calificación de la petrolera estatal Pemex y verse relegada a territorio “basura”, forzando una venta masiva de bonos.