De acuerdo con el diario La Jornada, Repsol, una compañía petroquímica multinacional de origen español y la entidad financiera CaixaBank están siendo investigadas por la Audiencia Nacional de España por los delitos de cohecho y revelación de secretos.
Esto, por el espionaje que diseñaron para impedir una operación empresarial entre 2011 y 2012, que consistía en la alianza estratégica entre la paraestatal mexicana Petróleos Mexicanos (PEMEX) con la constructora ibérica Sacyr para hacerse con el control ejecutivo de Repsol.
Lo que buscaban ambas empresas era controlar más de 30 por ciento de las acciones de Repsol. La operación, impulsada desde México fracasó y se saldó con la virtual salida de PEMEX del accionariado de Repsol, de la que actualmente sólo posee un testimonial de 1.69 por ciento.
Pemex tiene presencia en Repsol desde 1987 con una operación que llevó a cabo el gobierno del presidente Miguel de la Madrid, pero que culminó con Carlos Salinas de Gortari, quien justificó el desembarco de Pemex con el propósito de acceder a nueva tecnología que garantizara una mejor exploración y explotación de los recursos naturales mexicanos.
Entre 2011 y 2012 hubo una guerra abierta entre algunas de las empresas y los ejecutivos más relevantes y poderosos en España. En medio de la batalla estaba Pemex.
En el texto firmado por Armando Tejeda, se detalla que la justicia investiga las acciones que utilizaron Antonio Brufau, todavía presidente de Repsol, e Isidro Fainé, actual máximo ejecutivo de CaixaBank, para impedirla.
El juez Manuel García Castellón citó a declarar el próximo 26 de julio ante el juzgado a los dos ejecutivos españoles, que deberán responder sobre los numerosos indicios, avalados además por una investigación de la Fiscalía Anticorrupción española, que confirmarían el espionaje que utilizaron para impedir la operación de Sacyr y Pemex.
La comparecencia se suma a la imputación como personas jurídicas tanto de Repsol como de CaixaBank, que se suman así a Iberdrola, como la otra gran multinacional española imputada por este tipo de prácticas ilegales.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Repsol aseguró que durante los hechos investigados “ni hubo incumplimiento ni infracción de norma alguna”.
Durante varios lustros Pemex tenía 5 por ciento de las acciones de Repsol, lo que, sin ser uno de los socios de referencia, le permitía participar de las decisiones del consejo de administración y conocer de primera mano las principales estrategias de Repsol en América Latina.