Este lunes la marcha pacífica convocada por opositores en Cuba se vio afectada por el cerco e intimidación policial a activistas.
“Intento de desestabilización”
Un ambiente hostil ahogó las aspiraciones de activistas y cientos, quizá miles, de ciudadanos cubanos que pretendían salir este lunes 15 de noviembre a cumplir con la marcha pacífica programada en las principales calles del país. El amplio despliegue policial así como actos de intimidación, persecución y amenazas disuadieron a los principales convocantes ante el temor de ser víctimas de represión y violencia por parte del gobierno.
El presidente Miguel Díaz-Canel ha declarado a la víspera de las movilizaciones que se trataba de un acto orquestado por el gobierno de Estados Unidos en un “intento de desestabilización” y acusó a los organizadores de ser “agentes al servicio de la CIA” cuyo objetivo es dar un “golpe blando”.
En redes sociales, activistas, observadores de derechos humanos y periodistas principalmente, reportaron “arrestos domiciliarios”, patrullas afuera de domicilios, interrogatorios y detenciones.
José Manuel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, denunció que “la intención es clara; suprimir cualquier intento de protesta”, de la misma manera pidió la liberación de Carolina Berrero.
Yunior García Aguilera, permanecía desde el domingo incomunicado y vigilado por agentes vestidos de civil para impedir que saliera de su casa.
“Cuba optimista, alegre, segura, firme”
Los medios oficiales no reportaron nada sobre la presencia policial, por el contrario el tema fue los 502 años de Cuba de la cual el Partido Comunista hizo varias publicaciones.
Por su parte, el presidente Díaz-Canel agradeció las muestras de solidaridad alrededor del mundo contra el bloqueo que padece el país además de enviar un mensaje de bienvenida a alumnos a clases presenciales así como a turistas por la reactivación de actividades.
Con información de BBC Mundo.