Cada vez es menos común ver a los niños jugando en las calles de la ciudad y uno de los factores principales es el incremento en la cantidad de vehículos y todos los riesgos que esto conlleva.
Especialistas reclaman que las calles son para los niños
De acuerdo con la organización Estrategia Misión Cero, el 28% de los atropellamientos en la Ciudad de México ocurren en entornos escolares; además, reporta que 40% de los niños son atropellados mientras juegan y 60% de los niños que fallecen dentro de un vehículo durante un accidente no llevaban silla infantil.
“Deben pensar en cómo devolvemos la posibilidad de que los niños salgan de casa y puedan utilizar los espacios”, señaló Laura Bermejo, fundadora de la asociación Libre Acceso, en entrevista con Milenio. La especialista señaló que, aunque existen avances, faltan acciones que ayuden a construir entornos y espacios donde todos los niños puedan correr sin correr riesgos.
“Si no haces una calle que esté diseñada de tal forma que se bajen las velocidades de forma automática, o sea, que ni siquiera tengas que poner un señalamiento, sino que el diseño de la calle obligue de manera amble al automovilista a bajar la velocidad”, explicó a Milenio Itsi Alveano, quien es experta en políticas públicas.
De riesgo mortal a “calles para la vida”
Según información de la Alianza Nacional por la Seguridad Vial, todos los días mueren en promedio 44 personas en el país por algún accidente ocurrido en la calle, es decir, 16 mil personas al año. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los accidentes constituyen la primera causa de muerte en personas de entre 5 y 29 años.
Por eso, las ciudades deben tener una infraestructura adecuada para las infancias, principalmente en los entornos escolares y zonas recreativas, para que los niños puedan contar con “calles para la vida”, en lugar de cruces e infraestructura peligrosos: banquetas muy angostas o en mal estad, obstáculos, pasos peatonales sin marcar, sin señalética, donde la prioridad parecen tenerla los vehículos y no los peatones. De acuerdo con el reporte de Milenio, un cruce realmente seguro debe tener los siguientes elementos:
-Cebra peatonal.
-Semáforo.
-Servicios auditivos para personas con discapacidad visual.
-Ruta podotáctil, un instrumento que indica a las personas con discapacidad visual en qué momento se bajan al flujo vehicular.
-Rampas de accesibilidad para personas con discapacidad motriz.
-Bolardos, para que los automóviles no se puedan estacionar en las esquinas o se suban a las rampas.
-Esquinas con alta visibilidad.
-Cambios de textura en el asfalto, como empedrado, adoquines, reductores de velocidad, que den señales al automovilista, que no es prioridad sino invitado a la zona y que hay personas vulnerables.
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Con información de Milenio