Aunque el presidente López Obrador aseguraba que cambiar el esquema de compra de medicamentos sería mucho más eficiente y económico, usar el servicio de la UNOPS ha resultado más caro, y además ha generado retrasos y escasez.
Una solución fallida
Tras su llegada al poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió desmantelar el antiguo sistema de compras consolidadas de medicamentos para contratar a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), un cambió que le ha significado para el erario un gasto extra de 4.55 mil millones de pesos.
De esos 4.55 mil millones que se han gastado de más en la adquisición de medicamentos, 2.7 mil corresponden al pago por los servicios de la UNOPS (de 130 millones de dólares), mientras que 1.84 mil millones de pesos se deben al sobrecosto que ocasionaron las fallas en el convenio con el organismo de las Naciones Unidas y que finalmente tuvo que cubrir también el sector público.
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Falla el modelo de compra de medicamentos de la UNOPS
Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico (Inefam), explicó que a dichos gastos se suman los costos adicionales que ha generado el retraso en las contrataciones y señaló que una de las grandes fallas del modelo de compras de la UNOPS ha sido su lentitud para llevar a cabo los procesos, lo que ha derivado en la escasez de medicinas e insumos para la salud y llevó al gobierno a comprar más de la mitad de las medicinas a través de compras directas.
“Por cada contrato que logró UNOPS en cada clave de medicamento, las instituciones de salud públicas hacían hasta 40 contratos por fuera ante la necesidad de atender a los pacientes y darles su medicamento. El rezago que creó UNOPS fue enorme (…) Muchas compras de medicamentos se hicieron al precio normal y no con precio consolidado”, explicó a Reforma el director de Inefam.
Con información de Reforma
