El Estado de México es el bastión más importante no solo para el PRI, también para Morena y los demás partidos de cara al 2024.
La joya de la Corona
El analista político Carlos Bravo Regidor destaca rumbo a las elecciones de 2023 la relevancia que tiene particularmente el Estado de México para que partidos y candidatos demuestren su capacidad de movilización de voto, además de ser un buen indicador de las preferencias electorales de cara al relevo presidencial en 2024.
En este sentido, subraya que el estado posee el mayor número de población inscrita en el padrón electoral con 12 de los 93 millones registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE), es decir, el 13 % del total. En segundo lugar, se ubica CDMX, con 7.5 millones (8%); Jalisco, con 6.2 millones (6.6%) y Veracruz, con 5.9 millones (6.3%).
Para las elecciones del próximo año se espera ver en su magnitud las maquinarias clientelares que tratarán de acaparar el voto de la zona metropolitana del Valle de México, región que concentra el 70 % del electorado mexiquense.
“Quien logre sumarlas a su causa llevará mano en 2023 y, si termina haciéndose de la gubernatura, tendrá un lugar privilegiado para “operar” en la elección del 2024”.
Carlos Bravo Regidor, analista político.
La contienda no solo definirá el sentido de las elecciones federales, también, señala Bravo, la composición de la Cámara de Diputados e incluso la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México.
Bastiones del PRI
Es importante recordar que tanto Estado de México como Coahuila no han vivido una transición de partido, en ambas el PRI se ha mantenido invicto.
El famoso Grupo Atlacomulco sigue teniendo un peso importante en la configuración del poder priista en la entidad. Su último representante es Alfredo del Mazo Maza, actual gobernador y primo del expresidente Enrique Peña Nieto. Lo que, a ojos de Carlos Bravo, ayuda a dimensionar la persecución anunciada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) contra EPN en el contexto electoral.
Por otra parte, también supone un gran reto para la coalición conformada por el PRI, PAN y el PRD quienes deberán definir cómo construirán su plataforma, la estrategia de campaña y, lo más importante, quién será el candidato o candidata.
En cuanto a Morena, el analista considera que será una oportunidad para “ensayar cómo disciplinar a los aspirantes o corrientes que no se vieron favorecidos con la candidatura”.
“Sí, 11 meses pueden ser una eternidad. Pero son tantas las derivadas, los flancos, las pistas, los mensajes y las carambolas en torno a esta disputa electoral que, dada su importancia estratégica, en más de un sentido se irá como agua”.
Carlos Bravo Regidor, analista político.
Con información de Expansión Política.
