Toneladas de basura electoral: alto costo ecológico

basura electoral

Tras el inicio de las campañas rumbo a las elecciones del 6 de junio, los ciudadanos están rodeados nuevamente de enormes cantidades de basura electoral. A pesar de las leyes que regulan la propaganda política, los partidos siguen cometiendo irregularidades en la elaboración y colocación de sus anuncios.

Calles tapizadas de propaganda electoral

Las elecciones de 2012, 2015 y 2018 dejaron a su paso 130.1 toneladas de basura electoral, principalmente pendones de plástico, lonas y carteles de papel. En la Ciudad de México, se recolectaron alrededor de 10 toneladas de basura de propaganda política elaborada con materiales como polietileno, polipropileno y poliuretano, los cuales tardan casi ocho décadas en degradarse.

De acuerdo con información proporcionada por Jorge Carlos Negrete Vázquez, presidente de la Fundación para el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU), a la revista Forbes, durante las campañas de este 2021 las calles de la Ciudad de México se verán nuevamente tapizadas de propaganda electoral.

El activista señala que los espacios publicitarios en la capital aumentan entre 25% y 30% en las épocas electorales. Pero hay un problema: los partidos la colocan en espacios donde no está permitido poner propaganda, como postes, árboles y mantas en domicilios.  

Cabe señalar que, según el Informe del Proceso Electoral Local Ordinario 2017-2018 en la Ciudad de México, en las elecciones de 2018 se dictaron 331 sanciones a partidos políticos y candidatos, de las cuales, el 6.6% fueron por colocar propaganda en lugares prohibidos y el 2.1% fueron porque la propaganda no respetaba el formato permitido.

No hay verificación ni programas

El artículo 209 de la Ley Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que en nuestro país toda la propaganda política impresa deberá ser reciclable y debe fabricarse con materiales biodegradables y sin sustancias tóxicas que puedan resultar nocivas para la salud o el medio ambiente.

Asimismo, obliga a todos los partidos políticos y candidatos independientes a presentar un plan de reciclaje para la propaganda que usen en campaña. Sin embargo, de acuerdo con información proporcionada por Jorge Carlos Negrete señala que la autoridad electoral sanciona únicamente a partir de denuncias y no existen las acciones de verificación necesarias ni programas de manejo para la basura electoral.

La teoría dice que se debe reciclar, pero no sabemos si eso se cumpla, de hecho los partidos políticos ni siquiera retiran su propaganda cuando terminan las campañas”.

Jorge Carlos Negrete, Revista Forbes

El experto indica que migrar hacia la propaganda en plataformas digitales podría reducir los efectos de los anuncios en la calle y tener un incluso y impacto mucho más efectivo. Sin embargo, afirma que es poco probable que suceda pronto, ya que la clase política tiene muy arraigada la costumbre de colocar anuncios en calle.

Un alto costo ecológico

Los partidos no solamente siguen colocando su propaganda en lugares prohibidos, sino que continúan elaborándolos con polietileno, el material con el que se fabrican las bolsas de plástico que están prohibidas desde 2020 en la Ciudad de México.

En este sentido, la investigadora Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Magdalena Trujillo Barragán, alerta sobre el alto costo ecológico de usar estos materiales, que tardan mucho tiempo en degradarse.

“Para una exposición de una campaña electoral (que es de corta duración) es bastante la generación de basura que sale a raíz de estas propagandas. No estoy en contra de la propaganda, sino más bien que se haga del material que pueda ser degradable en el menor tiempo posible”.

Magdalena Trujillo, Revista Forbes

La experta propone el uso de un poliácido láctico (PLA) el cual tardaría aproximadamente un año en degradarse. Sin embargo, la desventaja de este material frente a los que se utilizan actualmente es que tiene un costo cuatro o cinco veces mayor al del polietileno.

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Con información de Forbes y Reporte Índigo

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